Text 32
sṛjāmi tan-niyukto ’haṁ
haro harati tad-vaśaḥ
viśvaṁ puruṣa-rūpeṇa
paripāti tri-śakti-dhṛk
sṛjāmi—creo; tat—por Su; niyuktaḥ—nombramiento; aham—yo; haraḥ—el Señor Śiva; harati—destruye; tat-vaśaḥ—bajo Su subordinación; viśvam—el universo entero; puruṣa—la Personalidad de Dios; rūpeṇa—mediante Su forma eterna; paripāti—mantiene; tri-śakti-dhṛk—el controlador de las tres energías.
Por Su voluntad, yo creo, el Señor Śiva destruye y Él Mismo, en Su forma eterna de la Personalidad de Dios, lo mantiene todo. Él es el poderoso controlador de estas tres energías.
SIGNIFICADO: El concepto de «aquel que no tiene igual» se confirma aquí claramente. «Aquel» es el Señor Vāsudeva, y solo mediante Sus diferentes energías y expansiones se mantienen las diferentes manifestaciones, tanto en el mundo material como en el espiritual. También en el mundo material el Señor Vāsudeva lo es todo, tal como se afirma en el Bhagavad-gītā (7.19): vāsudevaḥ sarvam iti, todo es únicamente Vāsudeva. En los himnos védicos también se sostiene que el mismo Vāsudeva es supremo. En los Vedas se dice: vāsudevāt paro brahman na cānyo ’rtho ti tattvataḥ, de hecho, no hay verdad superior a Vāsudeva. Y el Señor Kṛṣṇa afirma la misma verdad en el Bhagavad-gītā (7.7): mattaḥ parataraṁ nānyat, «No hay nada por encima de Mí [el Señor Kṛṣṇa]». Así que el devoto personalista del Señor también acepta el concepto de identidad, al cual el impersonalista le da extremada importancia. La diferencia que hay entre ellos, es que el impersonalista niega la personalidad en fin de cuentas, mientras que el devoto le da más importancia a la Personalidad de Dios. El Śrīmad-Bhāgavatam explica esta verdad en el verso que se encuentra en discusión: el Señor Vāsudeva es aquel que no tiene igual, pero debido a que Él es todopoderoso, puede expandirse a Sí Mismo, así como también desplegar Sus omnipotencias. Aquí se dice que el Señor es omnipotente debido a tres energías (tri-śakti-dhṛk). Así que, principalmente, Sus tres energías son: la interna, la marginal y la externa. Esa energía externa también se despliega en las tres modalidades: bondad, pasión e ignorancia. En forma similar, la potencia interna también se despliega en tres modalidades espirituales —saṁvit, sandhinī y hlādinī—. La potencia marginal —la que constituye a las entidades vivientes— es también espiritual (prakṛtiṁ viddhi me parām), pero las entidades vivientes nunca son iguales al Señor. El Señor es nirasta-sāmya-atiśaya; en otras palabras, nadie es más grande que el Señor Supremo, ni igual a Él. Así que las entidades vivientes, incluso personalidades tan grandes como el Señor Brahmā y el Señor Śiva, se encuentran todas subordinadas al Señor. También en el mundo material, en Su forma eterna de Viṣṇu, Él mantiene y controla todos los asuntos de los semidioses, incluso de Brahmā y Śiva.