Text 31
kṣemaṁ sa kaccid yuyudhāna āste
yaḥ phālgunāl labdha-dhanū-rahasyaḥ
lebhe ’ñjasādhokṣaja-sevayaiva
gatiṁ tadīyāṁ yatibhir durāpām
kṣemam—todo bien; saḥ—él; kaccit—si; yuyudhānaḥ—Sātyaki; āste—está allí; yaḥ—aquel que; phālgunāt—de Arjuna; labdha—ha logrado; dhanuḥ-rahasyaḥ—aquel que entiende las complejidades del arte militar; lebhe—también logró; añjasā—rápidamente; adhokṣaja—de la Realidad Trascendental; sevayā—mediante el servicio; eva—ciertamente; gatim—destino; tadīyām—trascendental; yatibhiḥ—por grandes renunciantes; durāpām—muy difícil de lograr.
¡Oh, Uddhava! ¿Le va bien a Yuyudhāna? Él aprendió de Arjuna las complejidades del arte militar, y alcanzó el destino trascendental que incluso a los grandes renunciantes les resulta muy difícil de alcanzar.
SIGNIFICADO: El propósito del sendero trascendental consiste en volverse un compañero personal de la Personalidad de Dios, conocido como adhokṣaja, aquel que Se encuentra más allá del alcance de los sentidos. Los renunciantes del mundo, los sannyāsīs, abandonan todas las relaciones mundanas, es decir, la familia, la esposa, los hijos, los amigos, el hogar, la riqueza —todo—, para alcanzar la dicha trascendental de la felicidad Brahman. Pero la felicidad adhokṣaja se encuentra más allá de la felicidad Brahman. Los filósofos empíricos disfrutan de una especie trascendental de bienaventuranza gracias a la especulación filosófica sobre la Verdad Suprema, pero más allá de ese placer se encuentra el placer que disfruta Brahman en Su eterna forma de Personalidad de Dios. Las entidades vivientes disfrutan de la bienaventuranza Brahman después de la liberación del cautiverio material. Pero Parabrahman, la Personalidad de Dios, disfruta eternamente de una bienaventuranza que obtiene de Su propia potencia, denominada la potencia hlādinī. El filósofo empírico que estudia el Brahman mediante la negación de las características externas no ha conocido aún la calidad de la potencia hlādinī del Brahman. De las muchas potencias del Omnipotente, hay tres aspectos de Su potencia interna, a saber: saṁvit, sandhinī y hlādinī. Y a pesar de la estricta adhesión de los grandes yogīs y jñānīs a los principios de yama, niyama, āsana, dhyāna, dhāraṇā y prāṇāyāma, no pueden adentrarse en la potencia interna del Señor. Sin embargo, los devotos del Señor, en virtud del poder del servicio devocional, experimentan fácilmente esa potencia. Yuyudhāna alcanzó esa etapa de la vida, del mismo modo que adquirió de Arjuna conocimiento perfecto en lo referente a la ciencia militar. Por consiguiente, su vida alcanzó el éxito al máximo, tanto desde el punto de vista material como espiritual. Así es el servicio devocional que se ofrece al Señor.