Text 9
brahmovāca
prītas tubhyam ahaṁ tāta
svasti stād vāṁ kṣitīśvara
yan nirvyalīkena hṛdā
śādhi mety ātmanārpitam
brahmā uvāca—Brahmā dijo; prītaḥ—complacido; tubhyam—a ti; aham—yo; tāta—mi querido hijo; svasti—todas las bendiciones; stāt—se les concedan; vām—a ustedes dos; kṣiti-īśvara—¡oh, señor del mundo!; yat—porque; nirvyalīkena—sin ninguna reserva; hṛdā—por el corazón; śādhi—dar instrucción; mā—a mí; iti—de este modo; ātmanā—por el ser; arpitam—entregados.
Brahmā dijo: Mi querido hijo, ¡oh, señor del mundo! Estoy muy complacido contigo, y deseo todas las bendiciones para ambos, tú y tu esposa. Sin ninguna reserva se han entregado a mí con su corazón a la espera de mis instrucciones.
SIGNIFICADO: La relación entre el padre y el hijo siempre es sublime. El padre, de una forma natural, está inclinado con buena voluntad hacia el hijo, y siempre está dispuesto a ayudar al hijo en su progreso en la vida. Pero, a pesar de la buena voluntad del padre, a veces el hijo se descarría, debido a que utiliza erróneamente su independencia personal. Toda entidad viviente, por pequeña o grande que sea, tiene la elección de la independencia. Si el hijo, sin ninguna reserva, está dispuesto a ser guiado por el padre, el padre tiene un deseo diez veces más grande de instruirle y guiarle por todos los medios. La relación entre padre e hijo que se muestra aquí en los intercambios entre Brahmā y Manu es excelente. Ambos, padre e hijo, tienen el nivel requerido, y toda la humanidad debe seguir su ejemplo. Manu, el hijo, pidió al padre, Brahmā, sin ninguna reserva, que le instruyera, y el padre, que estaba pleno de sabiduría védica, se sentía muy contento de instruirle. El ejemplo del padre de la humanidad debe ser rígidamente seguido por la humanidad, y eso hará avanzar la causa de la relación entre padres e hijos.