Text 27
yasyānavadyācaritaṁ manīṣiṇo
gṛṇanty avidyā-paṭalaṁ bibhitsavaḥ
nirasta-sāmyātiśayo ’pi yat svayaṁ
piśāca-caryām acarad gatiḥ satām
yasya—cuyo; anavadya—intachable; ācaritam—carácter; manīṣiṇaḥ—grandes sabios; gṛṇanti—siguen; avidyā—ignorancia; paṭalam—masa; bibhitsavaḥ—deseando demoler; nirasta—anulada; sāmya—igualdad; atiśayaḥ—grandeza; api—a pesar de; yat—como; svayam—personalmente; piśāca—diablo; caryām—actividades; acarat—llevadas a cabo; gatiḥ—destino; satām—de los devotos del Señor.
Aunque no hay nadie en el mundo material que sea igual ni más grande que Śiva, y aunque su carácter intachable sirve a las grandes almas de ejemplo a la hora de demoler la masa de ignorancia, aun así, él se mantiene como si de un diablo se tratara a fin de dar la salvación a todos los devotos del Señor.
SIGNIFICADO: Las características incivilizadas y diabólicas de Śiva nunca son abominables, porque él enseña a los devotos sinceros del Señor cómo practicar el desapego del disfrute material. Recibe el nombre de Mahādeva, «el más grande de los semidioses», y nadie le iguala ni supera en el mundo material. Es casi igual a Śrī Viṣṇu. Aunque siempre se relaciona con Māyā, Durgā, está por encima de la etapa de reacción de las modalidades de la naturaleza material, y, aunque se encarga de las personas diabólicas influenciadas por la modalidad de la ignorancia, tal compañía no le afecta.