Text 18
pārāvatānyabhṛta-sārasa-cakravāka-
dātyūha-haṁsa-śuka-tittiri-barhiṇāṁ yaḥ
kolāhalo viramate ’cira-mātram uccair
bhṛṅgādhipe hari-kathām iva gāyamāne
pārāvata—paloma; anyabhṛta—cuco; sārasa—grulla; cakravāka—cakravāka; dātyūha—gallineta; haṁsa—cisne; śuka—papagayo; tittiri—perdiz; barhiṇām—del pavo real; yaḥ—cuyo; kolāhalaḥ—bullicio; viramate—detiene; acira-mātram—por un tiempo; uccaiḥ—en voz alta; bhṛṅga-adhipe—rey de las abejas; hari-kathām—las glorias del Señor; iva—como; gāyamāne—mientras canta.
Cuando el rey de las abejas zumba en un tono agudo, cantando las glorias del Señor, por un tiempo se acallan las voces de la paloma, el cuco, la grulla, el cakravāka, el cisne, el papagayo, la perdiz y el pavo real. Esos pájaros trascendentales detienen su propio cantar simplemente para escuchar las glorias del Señor.
SIGNIFICADO: Este verso descubre la naturaleza absoluta de Vaikuṇṭha. No hay diferencia entre los pájaros que allí viven y los habitantes humanos. En el cielo espiritual todo es espiritual y lleno de variedad. Variedad espiritual se refiere a que todo tiene vida. No hay nada inanimado. Incluso los árboles, el suelo, las plantas, las flores, los pájaros y los animales están en el nivel de conciencia de Kṛṣṇa. El aspecto especial de Vaikuṇṭhaloka es que la complacencia de los sentidos no se considera. En el mundo material, hasta un asno disfruta de sus sonidos, pero, en los Vaikuṇṭhas, pájaros tan hermosos como el pavo real, el cakravāka y el cuco prefieren oír a las abejas vibrando las glorias del Señor. Los principios del servicio devocional, que empieza por oír y cantar, son muy prominentes en el mundo Vaikuṇṭha.