Text 35
teṣām itīritam ubhāv avadhārya ghoraṁ
taṁ brahma-daṇḍam anivāraṇam astra-pūgaiḥ
sadyo harer anucarāv uru bibhyatas tat-
pāda-grahāv apatatām atikātareṇa
teṣām—de los cuatro Kumāras; iti—así pues; īritam—pronunciaron; ubhau—los dos porteros; avadhārya—entendiendo; ghoram—terrible; tam—aquella; brahma-daṇḍam—maldición de un brāhmaṇa; anivāraṇam—no se puede contrarrestar; astra-pūgaiḥ—mediante ningún tipo de arma; sadyaḥ—inmediatamente; hareḥ—del Señor Supremo; anucarau—devotos; uru—muchísimo; bibhyataḥ—se llenaron de temor; tat-pāda-grahau—cogiendo sus pies; apatatām—cayeron; ati-kātareṇa—con gran ansiedad.
Cuando los porteros de Vaikuṇṭhaloka, que ciertamente eran devotos del Señor, se dieron cuenta de que los brāhmaṇas los iban a maldecir, inmediatamente se llenaron de temor y cayeron a los pies de los brāhmaṇas con gran ansiedad, pues la maldición de un brāhmaṇa no la puede contrarrestar ninguna clase de arma.
SIGNIFICADO: Aunque, por casualidad, los porteros cometieron un error al impedir a los brāhmaṇas cruzar la puerta de Vaikuṇṭha, inmediatamente se dieron cuenta de lo serio de la maldición. Hay muchos tipos de ofensas, pero la mayor ofensa es ofender a un devoto del Señor. Como también los porteros eran devotos del Señor, pudieron entender su equivocación, y se aterrorizaron cuando los cuatro Kumāras estaban a punto de maldecirles.