Text 8
nāhaṁ tathādmi yajamāna-havir vitāne
ścyotad-ghṛta-plutam adan huta-bhuṅ-mukhena
yad brāhmaṇasya mukhataś carato ’nughāsaṁ
tuṣṭasya mayy avahitair nija-karma-pākaiḥ
na—no; aham—Yo; tathā—por otro lado; admi—Yo como; yajamāna—por el sacerdote; haviḥ—las oblaciones; vitāne—en el fuego de sacrificio; ścyotat—vertiendo; ghṛta—ghī; plutam—mezclado; adan—comiendo; huta-bhuk—el fuego de sacrificio; mukhena—por la boca; yat—como; brāhmaṇasya—del brāhmaṇa; mukhataḥ—de la boca; carataḥ—actuando; anughāsam—bocados; tuṣṭasya—satisfecho; mayi—a Mí; avahitaiḥ—ofrecido; nija—propias; karma—actividades; pākaiḥ—por los resultados.
Yo no disfruto de las oblaciones que los sacerdotes ofrecen en el fuego del sacrificio, que es una de Mis propias bocas, con el mismo deleite con que saboreo las exquisiteces rebosantes de ghī que se ofrecen a las bocas de los brāhmaṇas que Me han dedicado los resultados de sus actividades y que se sienten siempre satisfechos con Mi prasāda.
SIGNIFICADO: El devoto del Señor, el vaiṣṇava, no toma nada sin ofrecerlo al Señor. Como el vaiṣṇava dedica al Señor todos los resultados de sus actividades, no prueba ningún comestible que primero no se ofrezca al Señor. El Señor también gusta de dar a la boca del vaiṣṇava todos los comestibles que se Le ofrecen. En este verso queda claro que el Señor come por medio del fuego de sacrificio y la boca del brāhmaṇa. Así pues, se ofrecen en sacrificio muchos artículos para satisfacción del Señor: granos, ghī, etc. El Señor acepta las ofrendas de los sacrificios que Le hacen brāhmaṇas y devotos, y en otro lugar se afirma que cualquier cosa dada a los brāhmaṇas y vaiṣṇavas para que la coman, también el Señor la acepta. Pero aquí se dice que Él acepta las ofrendas que se hacen a las bocas de brāhmaṇas y vaiṣṇavas incluso con mayor deleite. Se encuentra el mejor ejemplo de esto en la vida de Advaita Prabhu, en Su relación con Haridāsa Ṭhākura. A pesar de que Haridāsa hubiese nacido en una familia musulmana, Advaita Prabhu le ofreció el primer plato de prasāda tras la ejecución de una ceremonia de fuego sagrado. Haridāsa Ṭhākura le dio a conocer que había nacido en una familia musulmana y preguntó por qué Advaita Prabhu ofrecía el primer plato a un musulmán en vez de a un elevado brāhmaṇa. Llevado de su humildad, el mismo Haridāsa se acusó de ser musulmán, pero Advaita Prabhu, experto devoto, le aceptó como a un auténtico brāhmaṇa. Advaita Prabhu aseguró que, al ofrecer el primer plato a Haridāsa Ṭhākura, obtenía el resultado de alimentar a cien mil brāhmaṇas. Se concluye que poder alimentar a un brāhmaṇa o a un vaiṣṇava es mejor que llevar a cabo cientos de miles de sacrificios. Por lo tanto, en esta era se recomiendan harer nāma —cantar el santo nombre de Dios— y complacer al vaiṣṇava como únicos medios para elevarse a la vida espiritual.