Text 10
devasya māyayā spṛṣṭā
ye cānyad asad-āśritāḥ
bhrāmyate dhīr na tad-vākyair
ātmany uptātmano harau
devasya—de la Personalidad de Dios; māyayā—por la influencia de la energía externa; spṛṣṭāḥ—infectados; ye—todos aquellos; ca—y; anyat—otros; asat—ilusorio; āśritāḥ—tomándose como para; bhrāmyate—confundir; dhīḥ—inteligencia; na—no; tat—de ellos; vākyaiḥ—mediante esas palabras; ātmani—en el Ser Supremo; upta-ātmanaḥ—almas entregadas; harau—al Señor.
Las palabras de personas confundidas por la energía ilusoria del Señor no pueden desviar bajo ninguna circunstancia la inteligencia de aquellos que son almas completamente entregadas.
SIGNIFICADO: Según todas las evidencias de los Vedas, Śrī Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Lo aceptan todos los ācāryas, incluso Śrīpāda Śaṅkarācārya. Pero cuando Se encontraba presente en el mundo, las diferentes clases de hombres Lo aceptaron de diferentes maneras, y, por lo tanto, sus conjeturas acerca del Señor eran también diferentes. Por lo general, las personas que tenían fe en las Escrituras reveladas aceptaban al Señor tal y como es, y todas ellas se sumieron en una gran aflicción cuando el Señor partió del mundo. En el Canto Primero ya hemos hablado del lamento de Arjuna y de Yudhiṣṭhira, para quienes la partida de Śrī Kṛṣṇa fue prácticamente intolerable hasta el fin de sus vidas.
Los Yādavas conocían al Señor solo parcialmente, pero también son gloriosos por haber tenido la oportunidad de relacionarse con el Señor, que actuó como jefe de su familia, y, además, por haber ofrecido al Señor un servicio íntimo. Los Yādavas y demás devotos del Señor son diferentes de aquellos que conjeturaban equivocadamente que era una personalidad humana ordinaria. Esta clase de personas están ciertamente confundidas por la energía ilusoria. Son diabólicas, y envidiosas del Señor Supremo. La energía ilusoria actúa sobre ellas de manera muy poderosa, pues, a pesar de su elevada educación mundana, dichas personas carecen de fe y están infectadas por la mentalidad atea. Siempre tienen un gran deseo de dejar claro que Śrī Kṛṣṇa era un hombre ordinario, que fue muerto por un cazador como consecuencia de los muchos actos impíos que realizó al conspirar para matar a los hijos de Dhṛtarāṣṭra y a Jarāsandha, los demoníacos reyes de la Tierra. Personas como esas no tienen fe alguna en la declaración del Bhagavad-gītā que dice que al Señor no Le afectan las reacciones de las acciones: na māṁ karmāṇi limpanti. Según el punto de vista ateo, la familia de Śrī Kṛṣṇa, la dinastía Yadu, fue destruida por la maldición de los brāhmaṇas debido a los pecados cometidos por Kṛṣṇa al matar a los hijos de Dhṛtarāṣṭra, etc. Todas esas blasfemias no tocan el corazón de los devotos del Señor, pues ellos conocen perfectamente cómo son las cosas. Su inteligencia nunca se perturba en lo que se refiere al Señor. Mas aquellos que se perturban por las declaraciones de los asuras, también se condenan. Eso es lo que quiso decir Uddhava en este verso.