Text 8
anye punar bhagavato bhruva udvijṛmbha-
vibhraṁśitārtha-racanāḥ kim urukramasya
siddhāsi bhuṅkṣva vibhavān nija-dharma-dohān
divyān narair duradhigān nṛpa-vikriyābhiḥ
anye—otros; punaḥ—de nuevo; bhagavataḥ—del Señor; bhruvaḥ—de las cejas; udvijṛmbha—con el movimiento; vibhraṁśita—aniquilados; artha-racanāḥ—logros materiales; kim—qué sentido; urukramasya—del Señor Viṣṇu (que da grandes pasos); siddhā—exitosa; asi—eres; bhuṅkṣva—disfruta; vibhavān—los regalos; nija-dharma—con tus propios principios de devoción; dohān—obtenidos; divyān—trascendentales; naraiḥ—por personas; duradhigān—difíciles de obtener; nṛpa-vikriyābhiḥ—orgullosas de su aristocracia.
Kardama Muni continuó: Aparte de la gracia del Señor, ¿de qué sirven otros disfrutes? Un simple movimiento de las cejas del Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios, puede reducir a la nada todos los logros materiales. Con los principios de devoción a tu esposo que has seguido, has conquistado dones trascendentales que muy rara vez obtienen las personas orgullosas de su aristocracia y de sus posesiones materiales, y puedes disfrutar de ellos.
SIGNIFICADO: El Señor Caitanya recomendó que el logro más elevado de la vida humana consiste en obtener la gracia del Señor, el amor por Dios. Dijo: premā pumartho mahān: «Obtener amor por Dios es la perfección más elevada de la vida». Kardama Muni le recomienda a su esposa esa misma perfección. Ella pertenecía a una familia real muy aristocrática. Por lo general, aquellos que son muy materialistas o que poseen riquezas y prosperidad materiales no pueden apreciar el valor del amor trascendental por Dios. Devahūti era una princesa que venía de una gran familia real, pero afortunadamente estaba bajo la supervisión de su gran esposo, Kardama Muni, el cual le ofreció el mejor regalo que se puede conceder en la vida humana: la gracia del Señor, el amor por Dios. Devahūti alcanzó esa gracia del Señor por la buena voluntad y la satisfacción de su esposo. Él era un gran devoto, una persona santa, y ella le sirvió con gran sinceridad, amor, afecto y servicio, y Kardama Muni se sintió satisfecho. Gustosamente, él le dio amor por Dios, y le recomendó que lo aceptase y gozase, pues él ya lo había conseguido.
El amor por Dios no es mercancía corriente. Rūpa Gosvāmī adoró a Caitanya Mahāprabhu porque distribuía a todos amor por Dios, kṛṣṇa-premā. Rūpa Gosvāmī Le glorificó como mahā-vadānya, una personalidad muy generosa, porque estaba dando gratuitamente a todos amor por Dios, algo que los hombres sabios solo consiguen después de muchísimos nacimientos. Kṛṣṇa-premā, conciencia de Kṛṣṇa, es el regalo más valioso que se puede otorgar a cualquiera que supuestamente amemos.
Una palabra que se usa en este verso, nija-dharma-dohān, es muy significativa. Devahūti, como esposa de Kardama Muni, obtuvo de su esposo un regalo de incalculable valor, por haberle sido muy fiel. El primer principio religioso para la mujer es ser fiel a su esposo. Cuando, por fortuna, el esposo es una gran personalidad, la combinación es perfecta, y ambos obtienen inmediatamente la plenitud en sus vidas.