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Text 40

mātra ādhyātmikīṁ vidyāṁ
śamanīṁ sarva-karmaṇām
vitariṣye yayā cāsau
bhayaṁ cātitariṣyati


mātre—a Mi madre; ādhyātmikīm—que abre la puerta de la vida espiritual; vidyām—conocimiento; śamanīm—terminando; sarva-karmaṇām—todas las actividades fruitivas; vitariṣye—Yo daré; yayā—por el cual; ca—también; asau—ella; bhayam—temor; ca—también; atitariṣyati—superará.


Este sublime conocimiento, que es la puerta de la vida espiritual, también se lo explicaré a Mi madre, de modo que también ella pueda alcanzar la perfección y la autorrealización, terminando con todas las reacciones a las actividades fruitivas. De este modo, también ella se liberará de todos los temores materiales.


SIGNIFICADO: Cuando estaba abandonando el hogar, Kardama Muni se sentía preocupado por su buena esposa, Devahūti, y por ello su digno hijo le prometió que, además de Kardama Muni, también Devahūti se liberaría del enredo material, pues recibiría las instrucciones de su hijo. Aquí se establece un ejemplo muy bueno: el esposo se va, entrando en la orden de sannyāsa para autorrealizarse, pero su representante, el hijo, que es tan educado como él, se queda en casa para liberar a la madre. El sannyāsī no debe llevar consigo a la esposa. El vānaprastha, aquel que está en la etapa de vida retirada, a medio camino entre la vida de casado y la vida renunciada, puede tener con él a su esposa ayudándole, pero sin relaciones sexuales. En la orden de vida de sannyāsa, sin embargo, no se puede seguir con la esposa. De lo contrario, una persona como Kardama Muni podría haber mantenido la compañía de su esposa, sin que eso supusiese obstáculo alguno para su progreso en la autorrealización.


Kardama Muni siguió el mandamiento védico que prohíbe tener ningún tipo de relación con mujeres a todo aquel que haya adoptado la vida desannyāsa. Pero, ¿en qué posición se encuentra la mujer abandonada por su esposo? queda en manos de su hijo, que promete liberar a su madre del enredo. Sannyāsa no es para las mujeres. Sociedades supuestamente espirituales inventadas en tiempos modernos ofrecen la orden de sannyāsaincluso a las mujeres, aunque en las Escrituras védicas no hay autorización alguna que permita a las mujeres adoptar la orden sannyāsa. De lo contrario, si estuviese permitido, Kardama Muni podría haberse llevado a su esposa y haberla iniciado en la orden de sannyāsa. La mujer debe seguir en casa. En su vida hay solo tres etapas: depender del padre en la infancia, depender del esposo en la juventud, y, en la vejez, depender de un hijo adulto como Kapila. En la vejez, el progreso de la mujer depende del hijo adulto. Para que Su padre pueda partir en paz, sin ansiedad por su buena esposa, Kapila Muni, el hijo ideal, le está garantizando la liberación de Su madre.

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