Text 2
na hy asya varṣmaṇaḥ puṁsāṁ
varimṇaḥ sarva-yoginām
viśrutau śruta-devasya
bhūri tṛpyanti me ’savaḥ
na—no; hi—en verdad; asya—en relación con Él; varṣmaṇaḥ—el más grande; puṁsām—de entre los hombres; varimṇaḥ—el principal; sarva—todos; yoginām—de los yogīs; viśrutau—por el hecho de escuchar; śruta-devasya—el maestro de los Vedas; bhūri—repetidamente;tṛpyanti—se sacian; me—mis; asavaḥ—sentidos.
Śaunaka continuó: No hay nadie que posea más conocimiento que el Señor. Nadie es más digno de adoración ni más avanzado en el yogaque Él. Por lo tanto, Él es el maestro de los Vedas, y escuchar constantemente hablar de Él es el verdadero placer de los sentidos.
SIGNIFICADO: En el Bhagavad-gītā se afirma que nadie puede ser igual ni más grande que la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma también en los Vedas: eko bahūnāṁ yo vidadhāti kāmān. Él es la entidad viviente suprema, y abastece a todas las demás entidades vivientes de lo que necesitan. De modo que todas las demás entidades vivientes, tanto viṣṇu-tattvas como jīva-tattvas, están subordinadas a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Aquí se confirma la misma idea. Na hy asya varṣmaṇaḥ puṁsām: De entre las entidades vivientes, nadie puede superar a la Persona Suprema, porque no hay nadie más rico, más famoso, más fuerte, más hermoso, más sabio ni más renunciado que Él. Estas cualidades hacen que Él sea el Dios Supremo, la causa de toda causa. Los yogīs están muy orgullosos de sus maravillosas proezas, pero nadie puede compararse con la Suprema Personalidad de Dios.
Todo aquel que esté en contacto con el Señor Supremo es un yogī de primera categoría. Quizá los devotos no sean tan poderosos como el Señor Supremo, pero por estar en constante contacto con Él, se vuelven prácticamente como el propio Señor. A veces hay devotos que manifiestan más poder que el Señor. Por supuesto, se trata de una concesión de Su parte.
Aquí se utiliza también la palabra varimṇaḥ, que significa «el yogī más digno de adoración». Escuchar acerca de Kṛṣṇa es el verdadero placer de los sentidos; por eso se Le llama Govinda, pues con Sus palabras, Sus enseñanzas, Sus instrucciones —con todo lo que se relaciona con Él—, da placer a los sentidos. Todas Sus instrucciones vienen del plano trascendental y, por ser absolutas, no son diferentes de Él. Escuchar acerca de Kṛṣṇa, o de Sus expansiones, o las expansiones plenarias como Kapila, da un gran placer a los sentidos. El Bhagavad-gītā se puede leer o escuchar muchas veces, pero como da un gran placer, cuanto más se lee, más se quiere leer y entender lo que dice, y en cada ocasión se obtiene mayor iluminación. Esa es la naturaleza del mensaje trascendental. En el Śrīmad-Bhāgavatam también encontramos esa misma felicidad trascendental. Cuanto más escuchamos y cantamos las glorias del Señor, más felices somos.