Text 21
titikṣavaḥ kāruṇikāḥ
suhṛdaḥ sarva-dehinām
ajāta-śatravaḥ śāntāḥ
sādhavaḥ sādhu-bhūṣaṇāḥ
titikṣavaḥ—tolerante; kāruṇikāḥ—misericordioso; suhṛdaḥ—amigable; sarva-dehinām—con todas las entidades vivientes; ajāta-śatravaḥ—hostil con nadie; śāntāḥ—pacífico; sādhavaḥ—sigue las Escrituras; sādhu-bhūṣaṇāḥ—adornado con características sublimes.
El sādhu es tolerante, misericordioso y amigable con todas las entidades vivientes. No tiene enemigos, es pacífico, se guía por las Escrituras, y todas sus características son sublimes.
SIGNIFICADO: El sādhu que se describe aquí es el devoto del Señor. Por lo tanto, su preocupación es iluminar a la gente con el servicio devocional; esa es su misericordia. Él sabe que sin servicio devocional la vida humana se malogra. El devoto viaja por todas partes, predicando de puerta en puerta: «Vuélvete consciente de Kṛṣṇa. Sé un devoto del Señor Kṛṣṇa. No desperdicies tu vida tan solo en satisfacer tus propensiones animales. La vida humana es para la autorrealización, para volverse consciente de Kṛṣṇa». Eso es lo que predica el sādhu. No se satisface con su propia liberación. Siempre piensa en los demás. Es la personalidad más compasiva con todas las almas caídas. Así pues, una de sus cualidades eskāruṇika, una gran misericordia hacia las almas caídas. En su labor de prédica se encuentra con muchos elementos adversos, y en consecuencia, tiene que ser muy tolerante. Puede que alguien lo maltrate, porque las almas condicionadas no están dispuestas a recibir el conocimiento trascendental del servicio devocional. No les gusta; esa es su enfermedad. El sādhu tiene la ingrata tarea de inculcarles la importancia del servicio devocional. A veces los devotos son atacados violentamente. El Señor Jesucristo fue crucificado, a Haridāsa Ṭhākura lo apalearon en veintidós mercados, y Nityānanda, el asistente principal del Señor Caitanya, fue violentamente atacado por Jagāi y Mādhāi. Aun así, ellos fueron tolerantes, porque su misión era liberar a las almas caídas. El sādhu es misericordioso porque es el bienqueriente de todas las entidades vivientes, no solo de los seres humanos, sino también de los animales. La palabra sarva-dehinām se refiere a todas las entidades vivientes que han aceptado cuerpos materiales. El ser humano no es el único que tiene un cuerpo material; las demás entidades vivientes también. El devoto del Señor es misericordioso con todos: gatos, perros, árboles, etc. Trata a todas las entidades vivientes de tal modo que finalmente puedan liberarse de este enredo material. Śivānanda Sena, uno de los discípulos del Señor Caitanya, liberó a un perro dándole un trato trascendental. Hay muchos ejemplos de perros que obtuvieron la salvación gracias a un sādhu, porque el sādhu se ocupa en las actividades filantrópicas más elevadas para bendecir a todas las entidades vivientes. Pero, a pesar de que el sādhu no es enemigo de nadie, el mundo es tan ingrato que incluso él tiene muchos enemigos.
¿Qué diferencia hay entre un enemigo y un amigo? La diferencia está en el comportamiento. El sādhu busca que todas las almas condicionadas se liberen definitivamente del enredo material. Por lo tanto, nadie puede ser un mejor amigo que el sādhu en su empeño de liberar un alma condicionada. El sādhu es tranquilo; sigue los principios de las Escrituras sin ostentación y de manera pacífica. Además de seguir los principios de las Escrituras, el sādhu es un devoto del Señor. Quien verdaderamente siga los principios de las Escrituras debe ser también devoto de Dios, pues todos los śāstras nos enseñan a obedecer las órdenes de la Personalidad de Dios. El sādhu, por lo tanto, obedece los mandamientos de las Escrituras y es un devoto del Señor. En el devoto resaltan todas las cualidades auspiciosas, y en él se desarrollan todas las buenas cualidades de los semidioses; por el contrario, el no devoto, por muy cualificado que sea académicamente, no posee ninguna buena cualidad desde el punto de vista de la comprensión trascendental.