Text 34
naikātmatāṁ me spṛhayanti kecin
mat-pāda-sevābhiratā mad-īhāḥ
ye ’nyonyato bhāgavatāḥ prasajya
sabhājayante mama pauruṣāṇi
na—nunca; eka-ātmatām—sumergirse en la unidad; me—Mía; spṛhayanti—ellos desean; kecit—cualquiera; mat-pāda-sevā—el servicio a Mis pies de loto; abhiratāḥ—ocupado en; mat-īhāḥ—esforzándose por llegar a Mí; ye—aquellos que; anyonyataḥ—mutuamente; bhāgavatāḥ—los devotos puros; prasajya—reuniéndose; sabhājayante—glorifican; mama—Mis; pauruṣāṇi—actividades gloriosas.
El devoto puro, que está apegado a las actividades del servicio devocional y que siempre se ocupa en el servicio a Mis pies de loto, nunca desea ser uno conmigo. Él está consagrado a Mi servicio, y siempre glorifica Mis pasatiempos y actividades.
SIGNIFICADO: En las Escrituras se mencionan cinco clases de liberación. La primera es volverse uno con la Suprema Personalidad de Dios, o renunciar a nuestra individualidad y fundirnos en el Espíritu Supremo. Esto recibe el nombre de ekātmatām. El devoto nunca acepta esa clase de liberación. Las otras cuatro clases son: vivir en el mismo planeta que Dios (Vaikuṇṭha), relacionarse personalmente con el Señor Supremo, adquirir la misma opulencia que el Señor, y obtener Sus mismos rasgos corporales. El devoto puro, como explicará Kapila Muni, no aspira a ninguna de las cinco clases de liberación. En especial desdeña la idea de volverse uno con la Suprema Personalidad de Dios. Śrī Prabodhānanda Sarasvatī, un gran devoto del Señor Caitanya, dice: kaivalyaṁ narakāyate: «La felicidad de ser uno con el Señor Supremo, a la que aspiran los māyāvādīs, es infernal». Esa unidad no es para devotos puros.
Hay muchos supuestos devotos que creen que, aunque quizás en el estado condicionado adoremos a la Personalidad de Dios, en última instancia no existe ninguna personalidad; dicen que como la Verdad Absoluta es impersonal, para empezar podemos imaginar una forma personal de la Verdad Absoluta impersonal, pero que tan pronto como se logra la liberación, no es necesario seguirla adorando. Esa es la teoría de la filosofíamāyāvāda. En realidad, los impersonalistas no se funden en la existencia de la Persona Suprema, sino en el resplandor de Su cuerpo personal, que recibe el nombre de brahmajyoti. Aunque ese brahmajyoti no es diferente de Su cuerpo personal, el devoto puro no acepta ese tipo de unidad (fundirse en el resplandor corporal de la Personalidad de Dios), porque los devotos se ocupan en placeres más grandes que el de fundirse en Su existencia. El placer más grande es servir al Señor. Los devotos siempre están pensando en cómo servirle; siempre están ideando maneras de servir al Señor Supremo, incluso en medio de los mayores obstáculos materiales.
Los māyāvādīs consideran mitos las narraciones de los pasatiempos del Señor, pero en realidad no lo son; son hechos históricos. Los devotos puros aceptan las narraciones de los pasatiempos del Señor como la Verdad Absoluta. Las palabras mama pauruṣāṇi (Mis gloriosas actividades) son significativas. Los devotos están muy apegados a glorificar las actividades del Señor, mientras que los māyāvādīs ni siquiera pueden pensar en esas actividades. Según ellos, la Verdad Absoluta es impersonal; pero sin existencia personal, ¿cómo puede haber actividad? Puesto que los impersonalistas consideran ficticias las actividades que se mencionan en el Śrīmad-Bhāgavatam, el Bhagavad-gītā y otras Escrituras védicas, las interpretan con mala intención. Carecen del concepto de la Personalidad de Dios. Meten innecesariamente las narices en las Escrituras y las interpretan de una manera engañosa para descarriar a los inocentes. Las interpretaciones de la filosofía māyāvāda son muy peligrosas para la gente; por eso el Señor Caitanya advirtió a Sus discípulos que no escuchasen nunca a ningún māyāvādī hablar de ninguna Escritura. Losmāyāvādīs arruinarán todo el proceso, y la persona que los escuche nunca podrá llegar a la senda del servicio devocional para alcanzar la perfección más elevada. Solo quizás después de mucho tiempo tenga la posibilidad de hacerlo.
Kapila Muni afirma claramente que las actividades del bhakti, las actividades del servicio devocional, son trascendentales a mukti. Se denominan pañcama-puruṣārtha. Por lo general, la gente se dedica a actividades religiosas, de desarrollo económico y de complacencia de los sentidos, y al final, cultivan la idea de volverse uno con el Señor Supremo (mukti). Pero el bhakti es trascendental a todas esas actividades. Por lo tanto, el Śrīmad-Bhāgavatam comienza con la afirmación de que de él se excluye por completo todo tipo de religiosidad motivada. En elBhāgavatam se rechazan por completo las actividades rituales para el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos y el deseo de ser uno con el Señor Supremo que sigue a la frustración de la complacencia de los sentidos. El Bhāgavatam está destinado especialmente a los devotos puros, que están siempre absortos en conciencia de Kṛṣṇa, en las actividades del Señor, y siempre glorifican esas actividades trascendentales. Los devotos puros adoran las actividades trascendentales del Señor en Vṛndāvana, Dvārakā y Mathurā, tal como se narran en el Śrīmad-Bhāgavatamy en otros Purāṇas. Los filósofos māyāvādīs las rechazan completamente considerándolas mitos, pero en realidad son grandes temas dignos de adoración, y solo los devotos las pueden saborear. Esa es la diferencia entre el māyāvādī y el devoto puro en lo que respecta a la forma de ver las Escrituras.