Text 5
maunaṁ sad-āsana-jayaḥ
sthairyaṁ prāṇa-jayaḥ śanaiḥ
pratyāhāraś cendriyāṇāṁ
viṣayān manasā hṛdi
maunam—silencio; sat—buenas; āsana—posturas yóguicas; jayaḥ—controlar; sthairyam—constancia; prāṇa-jayaḥ—controlar el aire vital; śanaiḥ—gradualmente; pratyāhāraḥ—retraimiento; ca—y; indriyāṇām—de los sentidos; viṣayāt—de los objetos de los sentidos; manasā—con la mente; hṛdi—en el corazón.
Debe guardar voto de silencio, volverse constante por medio de la práctica de posturas de yoga, controlar la respiración del aire vital, retirar los sentidos de los objetos de los sentidos y, de este modo, concentrar la mente en el corazón.
SIGNIFICADO: Las prácticas yóguicas en general, y de haṭha-yoga en particular, no son fines en sí mismas; son medios cuyo objetivo es adquirir constancia. Ante todo hay que ser capaz de sentarse correctamente, y entonces la mente y la atención tendrán la estabilidad suficiente como para practicar yoga. Hay que controlar gradualmente la circulación del aire vital; ese control permitirá retirar los sentidos de los objetos de los sentidos. En el verso anterior se afirma que hay que guardar celibato. El aspecto más importante del control de los sentidos es controlar la vida sexual. Eso se denomina brahmacarya. La práctica de la postura de sentarse y el control del aire vital permite controlar los sentidos e impedir que se ocupen sin restricciones en disfrute sensorial.