Text 21
tatas te kṣīṇa-sukṛtāḥ
punar lokam imaṁ sati
patanti vivaśā devaiḥ
sadyo vibhraṁśitodayāḥ
tataḥ—entonces; te—ellos; kṣīṇa—agotados; su-kṛtāḥ—resultados de sus actividades piadosas; punaḥ—de nuevo; lokam imam—a este planeta; sati—¡oh, madre virtuosa!; patanti—caen; vivaśāḥ—desamparados; devaiḥ—por disposiciones superiores; sadyaḥ—repentinamente; vibhraṁśita—hechos caer; udayāḥ—su prosperidad.
Cuando se agotan los resultados de sus actividades piadosas, por disposiciones superiores tienen que caer y regresar a este planeta, como ocurre a veces con personas que alcanzan una posición elevada y, repentinamente, caen.
SIGNIFICADO: A veces vemos que, de pronto, una persona elevada a una importante posición en la administración del estado, cae, y nadie puede impedirlo. De la misma manera, después de terminar su período de disfrute, las personas necias que están muy interesadas en elevarse a la posición de presidente en los planetas superiores, caen también a este planeta. La diferencia entre la posición elevada del devoto y la de una persona corriente atraída hacia las actividades fruitivas es que el devoto, cuando se eleva al reino espiritual, nunca cae, mientras que una persona corriente cae, aunque se eleve hasta Brahmaloka, el sistema planetario más elevado. En el Bhagavad-gītā se confirma (ābrahma-bhuvanāl lokāḥ) que incluso quien se eleve a un planeta superior tendrá que descender de nuevo. Pero Kṛṣṇa confirma en el Bhagavad-gītā (8.16): mām upetya tu kaunteya punar janma na vidyate: «Todo aquel que alcance Mi morada nunca regresa a esta vida condicionada de existencia material».