Text 34
deha-nyāsaṁ ca tasyaivaṁ
dhīrāṇāṁ dhairya-vardhanam
anyeṣāṁ duṣkarataraṁ
paśūnāṁ viklavātmanām
deha-nyāsam—entrando en el cuerpo; ca—también; tasya—Su; evam—también; dhīrāṇām—de grandes sabios; dhairya—perseverancia; vardhanam—creciente; anyeṣām—para otros; duṣkara-taram—muy difícil de averiguar; paśūnām—de las bestias; viklava—perturbada; ātmanām—de una mente de esa índole.
Es muy difícil que alguien, aparte de los devotos del Señor, entienda Sus gloriosos actos y el hecho de que acepte diversas formas trascendentales para la ejecución de pasatiempos extraordinarios en el mundo mortal, y para las bestias son simplemente una perturbación mental.
SIGNIFICADO: Las formas y pasatiempos trascendentales del Señor, tal como se describen en el Bhagavad-gītā, son temas muy difíciles como para que los vayan a entender los que no son devotos. El Señor nunca Se revela a personas como los jñānīs y yogīs. Y hay otras personas que, debido a que envidian al Señor desde el fondo de sus corazones, se clasifican entre las bestias; y para semejantes bestias envidiosas, el tema del advenimiento y la partida del Señor es simplemente una perturbación mental. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (7.15), los malvados que están simplemente interesados en el disfrute material, que trabajan tan duro como las bestias de carga, difícilmente pueden conocer a la Personalidad de Dios en alguna etapa, debido a āsurika-bhāva, un espíritu de revuelta en contra del Señor Supremo.
Las expansiones corporales trascendentales que manifestó el Señor para Sus pasatiempos en el mundo mortal, y el advenimiento y la partida de dichas expansiones trascendentales, constituyen materias difíciles, y a aquellos que no son devotos se les aconseja no hablar del advenimiento y la partida del Señor, para que no cometan más ofensas a los pies de loto del Señor. Cuanto más hablan del advenimiento y la partida trascendentales del Señor con un espíritu «asúrico», más se adentran en la región más oscura del infierno, como se declara en el Bhagavad-gītā (16.20). Todo aquel que esté en contra del amoroso servicio trascendental del Señor es, más o menos, una criatura de entre las bestias, como se confirma en este verso del Śrīmad-Bhāgavatam.