Text 9
provāca mahyaṁ sa dayālur ukto
muniḥ pulastyena purāṇam ādyam
so ’haṁ tavaitat kathayāmi vatsa
śraddhālave nityam anuvratāya
provāca—dijo; mahyam—a mí; saḥ—él; dayāluḥ—de buen corazón; uktaḥ—anteriormente mencionado; muniḥ—sabio; pulastyena—por el sabio Pulastya; purāṇam ādyam—el principal de todos los Purāṇas; saḥ aham—que también yo; tava—a ti; etat—esto; kathayāmi—he de hablar; vatsa—mi querido hijo; śraddhālave—a aquel que es fiel; nityam—siempre; anuvratāya—a alguien que es un seguidor.
El gran sabio Parāśara, como se mencionó anteriormente, siendo así instruido por el gran sabio Pulastya, me recitó el principal de los Purāṇas [Bhāgavatam]. Yo también he de describir esto ante ti, mi querido hijo, en términos de lo que oí, debido a que tú siempre eres mi fiel seguidor.
SIGNIFICADO: El gran sabio de nombre Pulastya es el padre de todos los descendientes demoníacos. Una vez, Parāśara comenzó un sacrificio en el que todos los demonios iban a ser muertos en el fuego, debido a que había matado y devorado uno de ellos a su padre. El gran sabio Vasiṣṭha Muni llegó al sacrificio y pidió a Parāśara que detuviera la acción mortal, y por la posición y respeto que Vasiṣṭha tenía en la comunidad de los sabios, Parāśara no pudo rechazar el pedido. Habiendo Parāśara detenido el sacrificio, Pulastya, el padre de los demonios, apreció su temperamento brahmínico, y le dio la bendición de que en el futuro sería un gran orador de las Escrituras védicas denominadas los Purāṇas, los suplementos de los Vedas. La acción de Parāśara fue apreciada por Pulastya, debido a que Parāśara había perdonado a los demonios en virtud de su facultad brahmínica de perdón. Parāśara podía demoler a todos los demonios en el sacrificio, pero pensó: «Los demonios están hechos de manera tal, que devoran a las criaturas vivientes, hombres y animales, mas, ¿por qué habría yo de retirar por eso mi cualidad brahmínica de perdón?». Como gran orador de los Purāṇas, Parāśara habló en primer lugar acerca del Śrīmad-Bhāgavata Purāṇa debido a que es el principal de todos los Purāṇas. Maitreya Muni deseaba narrar el mismo Bhāgavatam que había oído de labios de Parāśara, y Vidura era apto para oírlo, por su fidelidad y por la manera en que seguía las instrucciones que recibía de los superiores. Así que el Śrīmad-Bhāgavatam era narrado por la sucesión discipular desde tiempos inmemoriales, incluso antes de la época de Vyāsadeva. Los supuestos historiadores calculan que los Purāṇas tienen únicamente unos cientos de años de antigüedad, pero, de hecho, los Purāṇas existían desde tiempos inmemoriales, antes que todos los cálculos históricos que hayan hecho las personas mundanas y los filósofos especuladores.