Text 21
āyuṣo ’pacayaṁ jantos
tathaivopacayaṁ vibhuḥ
ubhābhyāṁ rahitaḥ sva-stho
duḥsthasya vidadhāty asau
āyuṣaḥ—de duración de la vida; apacayam—disminución; jantoḥ—de las entidades vivientes; tathā—de manera similar; eva—también; upacayam—aumenta; vibhuḥ—la Suprema Personalidad de Dios; ubhābhyām—de ambas; rahitaḥ—libre; sva-sthaḥ—siempre establecido en Su posición trascendental; duḥsthasya—de las entidades vivientes que están bajo las leyes del karma; vidadhāti—concede; asau—Él.
La Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, es todopoderoso, y concede a cada uno el resultado de sus actividades fruitivas. De este modo, aunque una entidad viviente tiene una vida de muy corta duración, mientras que otra disfruta de una vida muy larga, Él siempre está en Su posición trascendental, y la duración de Su vida ni disminuye ni aumenta.
SIGNIFICADO: Tanto el mosquito como el Señor Brahmā son entidades vivientes en el mundo material; ambos son chispas minúsculas y partes del Señor Supremo. La Suprema Personalidad de Dios concede al mosquito una vida de muy corta duración, y al Señor Brahmā una vida muy larga, conforme a los resultados del karma de cada uno de ellos. Pero vemos que en la Brahma-saṁhitā se dice: karmāṇi nirdahati: El Señor disminuye o destruye las reacciones de los devotos. Y lo mismo se explica en el Bhagavad-gītā: yajñārthāt karmaṇo ’nyatra: El único objeto de nuestras actividades de karma debe ser la satisfacción del Señor Supremo; de lo contrario, el karma nos ata con sus acciones y reacciones. Vagando por el universo bajo las leyes del karma y bajo el dominio del tiempo eterno, la entidad viviente a veces adquiere cuerpo de mosquito, y a veces llega a ser el Señor Brahmā. Al hombre cuerdo, esa actividad no le parece provechosa. El Bhagavad-gītā (9.25) previene a las entidades vivientes: yānti deva-vratā devān: Los adictos a la adoración de semidioses van a los planetas de los semidioses, y los adictos a adorar a los pitās o antepasados van a los planetas de los pitās. Los que sienten inclinación por las actividades materiales, permanecen en la esfera material. Pero las personas que se ocupan en servicio devocional, alcanzan la morada de la Suprema Personalidad de Dios, donde no hay nacimiento ni muerte y la diversidad de especies de vida no depende de la influencia de la ley del karma. Para la entidad viviente, lo mejor es ocuparse en servicio devocional e ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura nos aconseja: «Amigo mío, la naturaleza material te arrastra en las olas del tiempo. Por favor, trata de entender que eres el sirviente eterno del Señor. Entonces, todo se detendrá, y serás feliz eternamente».