Text 21
vijñāya tāv uttamagāya-kiṅkarāv
abhyutthitaḥ sādhvasa-vismṛta-kramaḥ
nanāma nāmāni gṛṇan madhudviṣaḥ
pārṣat-pradhānāv iti saṁhatāñjaliḥ
vijñāya—después de entender; tau—ellos; uttama-gāya—del Señor Viṣṇu (de excelente renombre); kiṅkarau—dos sirvientes; abhyutthitaḥ—se puso de pie; sādhvasa—por estar desconcertado; vismṛta—olvidó; kramaḥ—el comportamiento correcto; nanāma—ofreció reverencias; nāmāni—nombres; gṛṇan—cantar; madhu-dviṣaḥ—del Señor (el enemigo de Madhu); pārṣat—sirvientes; pradhānau—principales; iti—de este modo; saṁhata—juntas en señal de respeto; añjaliḥ—con las manos juntas.
Al ver que aquellas personalidades extraordinarias eran sirvientes directos de la Suprema Personalidad de Dios, Dhruva Mahārāja se puso de pie inmediatamente, pero en su desconcierto, actuó con tanta precipitación que olvidó la manera correcta de recibirlos, de manera que simplemente ofreció reverencias con las manos juntas, y cantó y glorificó los santos nombres del Señor.
SIGNIFICADO: Cantar los santos nombres del Señor es perfecto en todos los sentidos. Cuando vio a los viṣṇudūtas, los sirvientes directos del Señor Viṣṇu, con cuatro brazos y hermosamente adornados, Dhruva Mahārāja pudo entender quiénes eran, pero en aquel preciso instante estaba perplejo. Sin embargo, el canto del santo nombre del Señor, el mantra Hare Kṛṣṇa, fue suficiente para satisfacer a aquellos extraordinarios huéspedes que de pronto habían llegado ante él. El canto del santo nombre del Señor es perfecto; incluso una persona que no sepa cómo complacer al Señor Viṣṇu o a Sus sirvientes directos puede hacer que todo resulte perfecto. Bastará con que cante el santo nombre del Señor con sinceridad. Por consiguiente, el devoto canta sin cesar el mantra Hare Kṛṣṇa, tanto si está en peligro como si es feliz. Cuando está en peligro, obtiene un alivio inmediato, y cuando está en posición de ver con sus propios ojos al Señor Viṣṇu o a Sus sirvientes directos, con el canto del mahā-mantra puede complacer al Señor. Esa es la naturaleza absoluta del mahā-mantra. Se puede cantar sin restricciones, tanto en situaciones peligrosas como en medio de la felicidad.