Text 42
nāṅgasya vaṁśo rājarṣer
eṣa saṁsthātum arhati
amogha-vīryā hi nṛpā
vaṁśe ’smin keśavāśrayāḥ
na—no; aṅgasya—del rey Aṅga; vaṁśaḥ—linaje familiar; rāja-ṛṣeḥ—del santo rey; eṣaḥ—esa; saṁsthātum—interrumpirse; arhati—debía; amogha—sin pecado, poderoso; vīryāḥ—su semen; hi—debido a; nṛpāḥ—reyes; vaṁśe—en la familia; asmin—esta; keśava—de la Suprema Personalidad de Dios; āśrayāḥ—bajo el refugio.
Los sabios decidieron que el linaje familiar del santo rey Aṅga no debía interrumpirse, pues en esa dinastía el semen era muy poderoso, y los niños nacían con una inclinación natural a ser devotos del Señor.
SIGNIFICADO: La pureza de una sucesión hereditaria se denomina amogha-vīrya. Las familias de nacidos por segunda vez, especialmente brāhmaṇas y kṣatriyas, así como también vaiśyas, deben preservar la pureza de su piadosa sucesión seminal mediante la observancia de los procesos purificatorios, el primero de los cuales, garbhādhāna-saṁskāra, se sigue antes de concebir un hijo. La observancia de este proceso purificatorio debe ser estricta, especialmente por parte de los brāhmaṇas; de lo contrario, la descendencia resulta impura, y poco a poco se puede apreciar la aparición de actividades pecaminosas en la familia. La pureza de Mahārāja Aṅga se debía a la pureza del semen de la familia de Dhruva Mahārāja. Sin embargo, la relación con su esposa, Sunīthā, que era hija de la personificación de la muerte, hizo que su semen se contaminara. El rey Vena fue producto de ese semen contaminado. Esto era una catástrofe en la dinastía de Dhruva Mahārāja. Las personas santas estudiaron estos aspectos y decidieron intervenir, como se explica en los siguientes versos.