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Text 23

pṛthur uvāca
varān vibho tvad varadeśvarād budhaḥ
kathaṁ vṛṇīte guṇa-vikriyātmanām
ye nārakāṇām api santi dehināṁ
tān īśa kaivalya-pate vṛṇe na ca

pṛthuḥ uvāca—Pṛthu Mahārāja dijo; varān—bendiciones; vibho—mi querido Señor Supremo; tvat—de Ti; vara-da-īśvarāt—de la Suprema Personalidad de Dios, el más elevado entre los que conceden bendiciones; budhaḥ—una persona erudita; katham—cómo; vṛṇīte—podría pedir; guṇa-vikriyā—confundida por las modalidades de la naturaleza material; ātmanām—de las entidades vivientes; ye—lo cual; nārakāṇām—de las entidades vivientes que viven en el infierno; api—también; santi—existe; dehinām—de los que poseen un cuerpo; tān—todos esos; īśa—¡oh, Señor Supremo!; kaivalya-pate—¡oh, Tú, que concedes la fusión en la existencia del Señor!; vṛṇe—pido; na—no; ca—también.

Mi querido Señor, Tú eres el mejor de los semidioses que pueden ofrecer bendiciones. Siendo así, ¿por qué razón va a pedirte una persona erudita bendiciones propias de las entidades vivientes confundidas por las modalidades de la naturaleza? Esas bendiciones las obtienen, sin esforzarse por ellas, incluso las entidades vivientes que sufren los tormentos del infierno. Mi querido Señor, Tú, ciertamente, puedes conceder la bendición de fundirse en Tu existencia, pero yo no la deseo.

SIGNIFICADO: Hay distintas clases de bendiciones, conforme a los deseos de cada persona. Para los karmīs, la mejor bendición es elevarse a los sistemas planetarios superiores, donde la duración de la vida es muy larga, el nivel de vida es muy elevado, y se disfruta de gran felicidad. Hay otros, los jñānīs y los yogīs, que desean la bendición de fundirse en la existencia del Señor, lo cual se denomina kaivalya. Por eso, el Señor recibe el calificativo de kaivalya-pati, el amo o Señor de la bendición que recibe el nombre de kaivalya; los devotos, sin embargo, reciben del Señor una bendición de otro tipo. Los devotos no ansían ni los planetas celestiales ni fundirse en la existencia del Señor. Para los devotos, kaivalya, fundirse en la existencia del Señor, es lo mismo que el infierno. La palabra naraka significa «infierno». De manera similar, todo el que vive en el mundo material recibe el calificativo de nāraka, porque se considera que la existencia material en sí misma es una condición de vida infernal. Pṛthu Mahārāja, sin embargo, expresó que no tenía interés ni en la bendición que desean los karmīs ni en la que desean los jñānīs y los yogīs. Śrīla Prabhodhānanda Sarasvatī Prabhu, un gran devoto del Señor Caitanya, ha explicado que kaivalya no es mejor que la vida infernal, y en lo que se refiere a los deleites de los planetas celestiales, de hecho son fuegos fatuos, fantasmagorías. Los devotos no persiguen esos objetivos. Los devotos no aspiran siquiera a la posición del Señor Brahmā o del Señor Śiva, ni desean la igualdad con el Señor Viṣṇu. Como devoto puro del Señor, Pṛthu Mahārāja dejó muy clara cuál era su posición.

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