Text 32
vinirdhutāśeṣa-mano-malaḥ pumān
asaṅga-vijñāna-viśeṣa-vīryavān
yad-aṅghri-mūle kṛta-ketanaḥ punar
na saṁsṛtiṁ kleśa-vahāṁ prapadyate
vinirdhuta—estando específicamente limpio; aśeṣa—ilimitada; manaḥ-malaḥ—especulación mental, o el polvo acumulado en la mente; pumān—la persona; asaṅga—a disgusto; vijñāna—científicamente; viśeṣa—en particular; vīrya-vān—fortalecida en el bhakti-yoga; yat—cuyos; aṅghri—pies de loto; mūle—en la raíz de; kṛta-ketanaḥ—habiéndose refugiado; punaḥ—de nuevo; na—nunca; saṁsṛtim—existencia material; kleśa-vahām—llena de circunstancias miserables; prapadyate—emprende.
El devoto que se refugia a los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, se limpia por completo de todos los conceptos erróneos y especulaciones mentales, y manifiesta la cualidad de la renunciación. Esto solo es posible para el que se ha fortalecido mediante la práctica del bhakti-yoga. Una vez que se ha refugiado en los pies de loto del Señor, el devoto nunca regresa a la existencia material, en la que reinan las tres miserias.
SIGNIFICADO: Tal como el Señor Caitanya Mahāprabhu explica en las enseñanzas del Śikṣāṣṭaka, el canto del santo nombre del Señor, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, es decir, el proceso de escuchar y cantar las glorias del Señor, poco a poco limpia la mente de toda suciedad. Estamos en contacto con la materia desde tiempo inmemorial, y debido a ello, en nuestras mentes se han acumulado montones de basura. El efecto de esto se manifiesta en plenitud cuando la entidad viviente se identifica con su cuerpo, quedando de esa forma atrapada en las estrictas leyes de la naturaleza material y sometida al ciclo de nacimientos y muertes, bajo la falsa impresión de que es el cuerpo. Cuando se fortalece mediante la práctica del bhakti-yoga, su mente se limpia de ese erróneo concepto, y pierde todo interés en la existencia material y en la complacencia de los sentidos.
Las características del bhakti, el servicio devocional, son vairāgya y jñāna. El jñāna se refiere a entender que no somos el cuerpo, y vairāgya significa falta de interés en la complacencia de los sentidos. Con la ayuda del bhakti-yoga se pueden comprender estos dos principios fundamentales del proceso que nos liberará del cautiverio material. De esa forma, el devoto firmemente establecido en el servicio amoroso de los pies de loto del Señor, no regresará a la existencia material después de abandonar el cuerpo, tal como el Señor confirma en el Bhagavad-gītā (tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so ’rjuna).
En este verso tiene una especial importancia la palabra vijñāna. En el Bhagavad-gītā se explica que jñāna, el conocimiento de la identidad espiritual que alcanza la persona que ya no se considera el cuerpo, es brahma-bhūta, el despertar de la percepción espiritual. En el estado condicionado de la existencia material no se puede estar espiritualmente iluminado, debido a la identificación con la materia. Entender la diferencia entre la existencia material y la existencia espiritual se denomina jñāna. Finalmente, después de alcanzar el plano de jñāna, es decir, la etapa brahma-bhūta, se comienza la práctica de servicio devocional; y en esa etapa, la persona entiende perfectamente su propia posición y la posición de la Suprema Personalidad de Dios, lo cual se explica en este verso con las palabras vijñāna-viśeṣa. El Señor, por lo tanto, dice que conocerle a Él es vijñāna, ciencia. En otras palabras, la persona fortalecida con el conocimiento científico de la Suprema Personalidad de Dios tiene garantizada su liberación. En el Bhagavad-gītā (9.2) se explica que la ciencia del servicio devocional es pratyakṣāvagamaṁ dharmyam, una comprensión de los principios de la religión basada en la percepción directa.
El practicante de bhakti-yoga puede percibir directamente su avance en la vida espiritual. En otras prácticas, como el karma-yoga, el jñāna-yoga y el dhyāna-yoga, no se puede estar seguro del progreso realizado, pero el practicante de bhakti-yoga puede tener constancia directa de su progreso en la vida espiritual, de la misma manera que la persona que come puede entender que su hambre ha quedado satisfecha. Nuestro falsos apetitos de disfrute y de enseñoreamiento del mundo material se deben al predominio de la pasión y la ignorancia. El bhakti-yoga disminuye esas dos cualidades y nos sitúa en el plano de la modalidad de la bondad; superando gradualmente esa modalidad, nos situamos en el plano de la bondad pura, que está libre de la contaminación de las cualidades materiales. En esa situación, el devoto deja de tener dudas; sabe que no va a regresar a este mundo material.