Text 41
aśnāty anantaḥ khalu tattva-kovidaiḥ
śraddhā-hutaṁ yan-mukha ijya-nāmabhiḥ
na vai tathā cetanayā bahiṣ-kṛte
hutāśane pāramahaṁsya-paryaguḥ
aśnāti—come; anantaḥ—la Suprema Personalidad de Dios; khalu—sin embargo; tattva-kovidaiḥ—personas conocedoras de la Verdad Absoluta; śraddhā—fe; hutam—ofrecer fuegos de sacrificio; yat-mukhe—cuyas bocas; ijya-nāmabhiḥ—con nombres de distintos semidioses; na—nunca; vai—ciertamente; tathā—tanto como; cetanayā—por fuerza viviente; bahiḥ-kṛte—privado de; huta-aśane—en el fuego de sacrificio; pāramahaṁsya—con respecto a los devotos; paryaguḥ—nunca se va.
La Suprema Personalidad de Dios, Ananta, come por medio de los fuegos de sacrificio que se ofrecen en nombre de distintos semidioses; a pesar de ello, comer por medio del fuego no Le complace tanto como las ofrendas que acepta mediante las bocas de los devotos y sabios eruditos, pues de ese modo no abandona la compañía de los devotos.
SIGNIFICADO: Según los mandamientos védicos, la celebración de fuegos de sacrificio tiene por objeto ofrecer alimentos a la Suprema Personalidad de Dios a través de los diferentes semidioses. Durante la celebración, se repite la palabra svāhā en mantras como indrāya svāhā y ādityāya svāhā, mantras que se pronuncian para satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios a través de semidioses como Indra y Āditya, pues la Suprema Personalidad de Dios dice:
nāhaṁ tiṣṭhāmi vaikuṇṭhe
yogināṁ hṛdayeṣu vā
tatra tiṣṭhāmi nārada
yatra gāyanti mad-bhaktāḥ
«Yo no estoy en Vaikuṇṭha ni en el corazón de los yogīs. Yo permanezco allí donde Mis devotos se ocupan en glorificar Mis actividades». Se debe entender que la Suprema Personalidad de Dios nunca abandona la compañía de Sus devotos.
Sin menor duda, el fuego no tiene vida, pero los devotos y brāhmaṇas son representantes vivos del Señor Supremo. Por lo tanto, dar de comer a los brāhmaṇas y vaiṣṇavas es dar de comer directamente a la Suprema Personalidad de Dios. Podemos establecer la conclusión de que, en lugar de ofrecer sacrificios de fuego, es mejor ofrecer alimentos a los brāhmaṇas y vaiṣṇavas, pues ese proceso es más efectivo que el yajña de fuego. El ejemplo más claro de la aplicación de este principio lo dio Advaita Prabhu. Cuando celebraba la ceremonia śrāddha por Su padre, lo primero que hizo fue llamar a Haridāsa Ṭhākura y ofrecerle alimentos. La costumbre es ofrecer alimentos a un brāhmaṇa elevado una vez terminada la ceremonia, pero Advaita Prabhu comenzó por ofrecer alimentos a Haridāsa Ṭhākura, que había nacido en una familia musulmana. Haridāsa Ṭhākura Le preguntó entonces por qué Se comportaba de aquella manera, que podía comprometer Su posición en la comunidad brahmínica. Advaita Prabhu le contestó que al ofrecerle los alimentos a él estaba alimentando a millones de brāhmaṇas de los más cualificados. Estaba dispuesto a defender ese punto ante cualquier brāhmaṇa erudito, y a probar de modo concluyente que, al ofrecer alimentos a un devoto puro como Haridāsa Ṭhākura, recibía las mismas bendiciones que si hubiera alimentado a miles de brāhmaṇas eruditos. En la celebración de sacrificios, se ofrecen oblaciones al fuego de sacrificio, pero esas oblaciones son, sin duda alguna, más efectivas cuando se ofrecen a los vaiṣṇavas.