Text 19
saṅgamaḥ khalu sādhūnām
ubhayeṣāṁ ca sammataḥ
yat-sambhāṣaṇa-sampraśnaḥ
sarveṣāṁ vitanoti śam
saṅgamaḥ—reunión; khalu—ciertamente; sādhūnām—de devotos; ubhayeṣām—para ambos; ca—también; sammataḥ—conclusiva; yat—la cual; sambhāṣaṇa—conversación; sampraśnaḥ—preguntas y respuestas; sarveṣām—de todos; vitanoti—aumenta; śam—felicidad verdadera.
Cuando los devotos se reúnen, sus conversaciones, preguntas y respuestas resultan conclusivas, tanto para el que habla como para la audiencia. Esas reuniones son, por lo tanto, beneficiosas para la felicidad verdadera de todos.
SIGNIFICADO: La única manera de recibir el poderoso mensaje de la Suprema Personalidad de Dios es escuchar a los devotos hablar entre sí. El Bhagavad-gītā, por ejemplo, es bien conocida en el mundo entero desde hace mucho tiempo, y especialmente en Occidente; sin embargo, como no había devotos que la comentaran, no tenía el menor efecto. Ni un solo occidental se volvió consciente de Kṛṣṇa antes de la fundación del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Sin embargo, cuando ese mismo Bhagavad-gītā se presento tal y como es, transmitida por la sucesión discipular, su efecto, la iluminación espiritual, se manifestó de inmediato.
Sanat-kumāra, uno de los Kumāras, informó a Pṛthu Mahārāja de que su encuentro con los Kumāras no solo era beneficioso para él, sino también para los Kumāras. Cuando Nārada Muni pregunto al Señor Brahmā acerca de la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Brahmā agradeció a Nārada que le brindase aquella oportunidad de hablar sobre el Señor Supremo. Por consiguiente cuando una persona santa hace preguntas a otra persona santa acerca de la Suprema Personalidad de Dios o acerca del objetivo supremo de la vida, todo se recarga de espiritualidad. Todo el que aprovecha esas conversaciones sale beneficiado, tanto en esta vida como en la siguiente.
La palabra ubhayeṣām se puede explicar de muchas maneras. Por lo general hay dos clases de hombres, el materialista y el trascendentalista. Unos y otros se benefician cuando escuchan conversaciones entre devotos. El beneficio que el materialista obtiene de la compañía de devotos es que su vida se regula de tal forma que sus posibilidades de llegar a ser devoto o de obtener el éxito en su vida actual, aumentan. El que aprovecha esa oportunidad tiene asegurada la forma humana de vida en el siguiente nacimiento; puede, incluso, liberarse por completo y regresar al hogar, de vuelta a Dios. La conclusión es que quien participa en esas reuniones de devotos se beneficia tanto en lo material como en lo espiritual. Tanto el orador como los oyentes salen beneficiados; karmīs y jñānīs se benefician. Cuando los devotos comentan temas espirituales entre sí, el beneficio es para todos, sin excepción. Por esa razón, los Kumāras admitieron que de ese encuentro no solo el rey se iba a beneficiar, sino también ellos mismos.