Text 3
tad-darśanodgatān prāṇān
pratyāditsur ivotthitaḥ
sa-sadasyānugo vainya
indriyeśo guṇān iva
tat—él; darśana—al ver; udgatān—muy deseada; prāṇān—vida; pratyāditsuḥ—yendo pacíficamente; iva—como; utthitaḥ—se levantó; sa—con; sadasya—acompañantes o seguidores; anugaḥ—miembros del gobierno; vainyaḥ—el rey Pṛthu; indriya-īśaḥ—una entidad viviente; guṇān iva—como influida por las modalidades de la naturaleza material.
Al ver a los cuatro Kumāras, Pṛthu Mahārāja, muy ansioso de darles la bienvenida, se levantó a toda prisa junto con todos los miembros de su gobierno, con la misma ansiedad que siente un alma condicionada cuyos sentidos se ven de súbito atraídos por las modalidades de la naturaleza material.
SIGNIFICADO: Se dice en el Bhagavad-gītā (3.27):
prakṛteḥ kriyamāṇāni
guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ
ahaṅkāra-vimūḍhātmā
kartāham iti manyate
Toda alma condicionada está sometida a la influencia de una particular combinación de las modalidades de la naturaleza material; en consecuencia, se siente atraída hacia determinado tipo de actividades, y como está completamente a merced de la influencia de la naturaleza material, se ve obligada a realizarlas. Aquí se compara a Pṛthu Mahārāja con un alma condicionada, no porque lo fuera, sino porque sentía tanta ansiedad por dar la bienvenida a los Kumāras que parecía que sin ellos fuera a perder la vida. El alma condicionada se siente atraída por los objetos de la complacencia sensorial. Sus ojos sienten atracción por ver cosas bonitas, sus oídos sienten atracción por escuchar buena música, su nariz siente atracción por disfrutar del aroma de una hermosa flor, y su lengua siente atracción por saborear alimentos deliciosos. De manera similar, sus demás sentidos —las manos, piernas, el estómago, los genitales, la mente, etc.— son tan susceptibles de verse atraídos por el objeto de disfrute, que el alma condicionada no puede contenerse. Y Pṛthu Mahārāja, de la misma forma, no podía contener sus deseos de dar la bienvenida a los cuatro Kumāras, que brillaban debido a su progreso en el sendero espiritual; de forma que tanto él como sus acompañantes y los miembros de su gobierno acudieron a recibirles. Hay un dicho: «Dios los crea y ellos se juntan». En este mundo, todos sienten atracción por personas de su misma clase. El borracho se siente atraído hacia los demás borrachos, y la persona santa se siente atraída hacia otras personas santas. En cuestión de avance espiritual, la posición de Pṛthu Mahārāja era suprema, y por consiguiente, se sintió atraído hacia los cuatro Kumāras, que pertenecían a su misma categoría. Por eso se dice: «Dime con quién andas y te diré quién eres».