Text 39
yat-pāda-paṅkaja-palāśa-vilāsa-bhaktyā
karmāśayaṁ grathitam udgrathayanti santaḥ
tadvan na rikta-matayo yatayo ’pi ruddha-
sroto-gaṇās tam araṇaṁ bhaja vāsudevam
yat—cuyos; pāda—pies; paṅkaja—loto; palāśa—pétalos o dedos; vilāsa—disfrute; bhaktyā—mediante el servicio devocional; karma—actividades fruitivas; āśayam—deseo; grathitam—nudo estrecho; udgrathayanti—desarraigar; santaḥ—devotos; tat—eso; vat—como; na—nunca; rikta-matayaḥ—personas carentes de servicio devocional; yatayaḥ—que tratan cada vez más; api—a pesar de que; ruddha—detenidas; srotaḥ-gaṇāḥ—las olas del disfrute sensorial; tam—a Él; araṇam—digno refugio; bhaja—ocúpate en servicio devocional; vāsudevam—a Kṛṣṇa, el hijo de Vasudeva.
Los devotos, que están siempre ocupados en el servicio de los dedos de los pies de loto del Señor, pueden superar con mucha facilidad los deseos de ocuparse en actividades fruitivas, que están profundamente arraigados. Como esto es muy difícil, los no devotos —los jñānīs y los yogīs—, a pesar de que tratan de detener las olas de la complacencia sensorial, no pueden hacerlo. Por lo tanto, te aconsejamos que te ocupes en el servicio devocional de Kṛṣṇa, el hijo de Vasudeva.
SIGNIFICADO: Hay tres clases de trascendentalistas que tratan de superar la influencia de las modalidades de la naturaleza material: los jñānīs, los yogīs, y los bhaktas. Todos ellos tratan de superar la influencia de los sentidos, que se compara a las incesantes olas de un río. Las olas de los ríos fluyen sin cesar, y es muy difícil detenerlas. De manera similar, las olas del deseo del disfrute material son tan fuertes que, a excepción del bhakti-yoga, ningún otro proceso puede detenerlas. Los bhaktas, mediante su trascendental servicio devocional a los pies de loto del Señor, quedan tan sobrecogidos de bienaventuranza trascendental que, de modo natural, sus deseos de disfrute material desaparecen. Los jñānīs y los yogīs, que no están apegados a los pies de loto del Señor, simplemente luchan contra las olas del deseo. En este verso se les describe con la palabra rikta-matayaḥ, que significa «carentes de servicio devocional». En otras palabras, los jñānīs y los yogīs, aunque tratan de librarse de los deseos de ocuparse en actividades materiales, de hecho se enredan cada vez más en especulaciones filosóficas falsas o en agotadores intentos de detener las actividades de los sentidos. Como ya se ha confirmado:
vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam
(Bhāg. 1.2.7)
Aquí se insiste en la misma cuestión. Bhaja vāsudevam indica que la persona que se ocupa en el servicio amoroso de Kṛṣṇa, el hijo de Vasudeva, puede detener con gran facilidad las olas del deseo. Mientras sigamos tratando de detener las olas del deseo por medios artificiales, tenemos la derrota asegurada, como se indica en este verso. El deseo de ocuparse en actividades fruitivas está muy fuertemente arraigado, pero con el servicio devocional podemos arrancar de raíz el árbol del deseo, pues el servicio devocional se basa en deseos superiores. Al ocuparnos en deseos superiores, podemos abandonar los inferiores. Detener los deseos es imposible. A fin de no enredarnos en deseos inferiores, tenemos que desear al Supremo. Los jñānīs cultivan el deseo de llegar a ser uno con el Supremo, pero ese deseo también se considera kāma, deseo de disfrute. De manera similar, los yogīs desean poder místico, lo cual también es kāma. Y los bhaktas, que no desean ningún tipo de disfrute material, se purifican. Ningún intento artificial puede detener el deseo. Bajo la protección de los dedos de los pies de loto del Señor, el deseo se convierte en una fuente de disfrute espiritual. En este verso, los Kumāras afirman que los pies de loto del Señor Kṛṣṇa son el receptáculo supremo de todo placer. De modo que el devoto, en lugar de tratar en vano de eliminar los deseos de disfrute material, debe refugiarse en los pies de loto del Señor. En tanto que no podamos detener los deseos de disfrute material, no tenemos posibilidad alguna de liberarnos del enredo de la existencia material. Podría argüirse que el flujo de las olas de los ríos es incesante, y que no se puede detener; pero las olas de los ríos fluyen hacia el mar. La marea, al subir, inunda el río que fluye, el río se desborda, y las olas del mar se imponen sobre las olas del río. De manera similar, el devoto inteligente hace muchos proyectos para servir al Señor de un modo consciente de Kṛṣṇa, de manera que el deseo de servir al Señor inunde las estancadas aguas del deseo material. Yāmunācārya confirmó que, desde que se ocupó en el servicio de los pies de loto del Señor, experimentó una corriente cada vez más fresca de deseos de servir al Señor, de manera que las estancadas aguas del deseo sexual pasaron a ser algo muy insignificante. Yāmunācārya dice incluso que escupe en esos deseos. Esto se confirma también en el Bhagavad-gītā (2.59): paraṁ dṛṣṭvā nivartate. En conclusión, cuando cultivamos un deseo amoroso de servir los pies de loto del Señor, todos los deseos materiales de complacencia sensorial quedan subyugados.