Text 51
phalaṁ brahmaṇi sannyasya
nirviṣaṅgaḥ samāhitaḥ
karmādhyakṣaṁ ca manvāna
ātmānaṁ prakṛteḥ param
phalam—resultado; brahmaṇi—en la Verdad Absoluta; sannyasya—abandonado; nirviṣaṅgaḥ—sin estar contaminado; samāhitaḥ—completamente dedicado; karma—actividad; adhyakṣam—superintendente ca—y; manvānaḥ—siempre pensando en; ātmānam—la Superalma; prakṛteḥ—de la naturaleza; param—trascendental.
Mahārāja Pṛthu se dedicó por completo a ser un sirviente eterno de la Suprema Personalidad de Dios, manteniéndose trascendental a la naturaleza material. En consecuencia, dedicó todos los frutos de sus actividades al Señor, y siempre se consideró el sirviente de la Suprema Personalidad de Dios, que es el propietario de todo.
SIGNIFICADO: La vida y dedicación de Mahārāja Pṛthu al servicio amoroso trascendental de la Suprema Personalidad de Dios son un buen ejemplo de karma-yoga. Este término, karma-yoga, se emplea a menudo en el Bhagavad-gītā, y aquí Mahārāja Pṛthu está dando un ejemplo práctico de qué es en realidad el karma-yoga. En este verso se establece el primer requisito para la correcta ejecución del karma-yoga: phalaṁ brahmaṇi sannyasya (o vinyasya): Los frutos de las actividades deben entregarse al Brahman Supremo, Parabrahman, Kṛṣṇa. Quien así actúe, se sitúa en la orden de vida de renuncia, sannyāsa. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (18.2), abandonar los frutos de las actividades y entregárselos a la Suprema Personalidad de Dios se denomina sannyāsa:
kāmyānāṁ karmaṇāṁ nyāsaṁ
sannyāsaṁ kavayo viduḥ
sarva-karma-phala-tyāgaṁ
prāhus tyāgaṁ vicakṣaṇāḥ
«Abandonar las actividades que se basan en el deseo material es lo que los grandes eruditos llaman la orden de renuncia [sannyāsa]. Y abandonar los resultados de toda actividad es lo que los sabios llaman renunciación [tyāga]». Pṛthu Mahārāja, a pesar de llevar vida de casado, en realidad estaba en la orden de vida de renuncia, sannyāsa. Esto quedará más claro en los siguientes versos.
La palabra nirviṣaṅgaḥ «libre de contaminación» es muy significativa, porque Mahārāja Pṛthu no estaba apegado a los resultados de sus actividades. En el mundo material, las personas están siempre pensando en ser los propietarios de todo lo que llega a sus manos o de todo aquello por lo que trabajan. La persona que pone al servicio del Señor los frutos de sus actividades está practicando verdadero karma-yoga. Todo el mundo puede practicar karma-yoga, pero al casado, que puede instalar la Deidad del Señor en el hogar y adorarle según el método del bhakti-yoga, le resulta especialmente fácil. Ese método comprende nueve procesos: escuchar, cantar, recordar, servir, adorar a la Deidad, orar, cumplir órdenes, servir a Kṛṣṇa como amigo, y sacrificarlo todo por Él:
śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ
smaraṇaṁ pāda-sevanam
arcanaṁ vandanaṁ dāsyaṁ
sakhyam ātma-nivedanam
(Bhāg. 7.5.23)
La Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna está difundiendo por todo el mundo estos métodos de karma-yoga y bhakti-yoga. Cualquiera puede aprenderlos; bastará con que se siga el ejemplo de los miembros de esta asociación.
Bien sea en el hogar, bien en un templo, debe considerarse que la Deidad es el propietario de todo, y que todos allí son sirvientes eternos de la Deidad. El Señor es trascendental, pues no es parte de la creación material. En este verso se emplean las palabras prakṛteḥ param, porque todo lo que existe en el mundo material es creación de la energía externa, la energía material del Señor, pero el propio Señor no es creación de la energía material. El Señor es el superintendente supremo de todas las creaciones materiales, como se confirma en el Bhagavad-gītā (9.10):
mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ
sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya
jagad viparivartate
«Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, actúa bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kuntī!, y produce todos los seres móviles, e inmóviles, y bajo su control se crea y se aniquila una y otra vez esta manifestación cósmica».
Todos los cambios materiales y todo progreso material se producen por la maravillosa interacción de la materia bajo la superintendencia de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. En el mundo material, las cosas no suceden por sí solas. A la persona que permanece en su posición de sirviente de Kṛṣṇa y lo ocupa todo en Su servicio, se le considera jīvan-mukta, es decir, un alma liberada, incluso mientras vive en el mundo material. Generalmente, la liberación tiene lugar después de abandonar el cuerpo, pero aquel que vive siguiendo el ejemplo de Pṛthu Mahārāja está liberado incluso en esta vida. En el plano de conciencia de Kṛṣṇa, los resultados de las actividades dependen de la voluntad de la Persona Suprema. De hecho, el resultado nunca depende de nuestra propia destreza, sino que depende por completo de la voluntad del Supremo. Ese es el verdadero significado de phalaṁ brahmaṇi sannyasya. El alma dedicada al servicio del Señor nunca debe considerarse el propietario personal o el superintendente. El devoto consagrado debe llevar a cabo sus actividades siguiendo las reglas y regulaciones del servicio devocional. Los resultados de sus actividades dependen por completo de la voluntad suprema del Señor.