Text 43
śakti-traya-sametāya
mīḍhuṣe ’haṅkṛtātmane
ceta-ākūti-rūpāya
namo vāco vibhūtaye
śakti-traya—tres tipos de energías; sametāya—al receptáculo; mīḍhuṣe—a Rudra; ahaṅkṛta-ātmane—la fuente del egotismo; cetaḥ—conocimiento; ākūti—ansiedad por trabajar; rūpāya—a la forma de; namaḥ—mis reverencias; vācaḥ—al sonido; vibhūtaye—a las distintas clases de opulencias.
Mi querido Señor, Tú eres el controlador supremo del que realiza la acción, de las actividades de los sentidos, y de los resultados de esas actividades [karma]. Por lo tanto, eres el controlador del cuerpo, de la mente y de los sentidos. Eres además el controlador supremo del egotismo, Rudra. Eres la fuente del conocimiento y las actividades de los mandamientos védicos.
SIGNIFICADO: Todo el mundo actúa siguiendo los dictados del ego. Por esa razón, el Señor Śiva está tratando de purificar el egotismo falso por mediación de la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios. Puesto que él mismo es el controlador del egotismo, el Señor Śiva, Rudra, indirectamente desea purificarse con la misericordia del Señor, de modo que pueda despertarse su verdadero egotismo. Por supuesto, el Señor Śiva siempre está espiritualmente despierto, pero ora de este modo para nuestro beneficio. El concepto impersonalista del egotismo puro es ahaṁ brahmāsmi: «Yo no soy el cuerpo; soy alma espiritual». Pero la posición real del alma espiritual está en la ejecución de actividades devocionales. Por lo tanto, el Señor Śiva ora para que su mente y su actividad se consagren al servicio devocional del Señor Supremo siguiendo las directrices de los Vedas. Ese es el proceso para purificar el egotismo falso. Cetaḥ significa «conocimiento». Sin conocimiento perfecto, no se puede actuar perfectamente. La verdadera fuente de conocimiento es vācaḥ, la vibración sonora de las enseñanzas védicas. En este verso, la palabra vācaḥ, vibración, se refiere a la vibración védica. La creación tiene su origen en la vibración sonora; cuando esa vibración es clara y purificada, el conocimiento perfecto y las actividades perfectas se manifiestan verdaderamente. Esa es la acción del canto del mahā-mantra: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. De esta forma, el Señor Śiva ora una y otra vez porque el cuerpo, la mente y las actividades se purifiquen mediante la purificación del conocimiento y de la acción siguiendo las directrices puras de los Vedas. El Señor Śiva ora a la Suprema Personalidad de Dios porque su mente, sus sentidos y sus palabras se enfoquen exclusivamente en actividades devocionales.