Text 29
nāsāṁ varorv anyatamā bhuvi-spṛk
purīm imāṁ vīra-vareṇa sākam
arhasy alaṅkartum adabhra-karmaṇā
lokaṁ paraṁ śrīr iva yajña-puṁsā
na—no; āsām—de estas; varoru—¡oh, muy afortunada muchacha!; anya-tamā—ninguna; bhuvi-spṛk—tocar el suelo; purīm—ciudad; imām—esta; vīra-vareṇa—el gran héroe; sākam—junto con; arhasi—tú mereces; alaṅkartum—decorar; adabhra—gloriosas; karmaṇā—cuyas actividades; lokam—mundo; param—trascendental; śrīḥ—la diosa de la fortuna; iva—como; yajña-puṁsā—con el disfrutador de todos los yajñas.
¡Oh, muy afortunada muchacha!, veo que tus pies tocan el suelo; así pues, parece que no eres ninguna de las mujeres que he mencionado. Pero, si eres una mujer de este planeta, puedes quedarte conmigo; de esa forma aumentarás la belleza de esta ciudad. Serás como la diosa de la fortuna, que, en compañía del Señor Viṣṇu, aumenta la belleza de los planetas Vaikuṇṭhas. Debes saber que soy un gran héroe, un rey muy poderoso en este planeta.
SIGNIFICADO: Entre las mentalidades demoníaca y devocional hay una diferencia. Los devotos saben perfectamente bien que ninguna entidad viviente puede disfrutar de la diosa de la fortuna, la compañera constante de Viṣṇu, Nārāyaṇa. Este nivel superior de comprensión se denomina conciencia de Kṛṣṇa. No obstante, todo el mundo desea ser feliz imitando la prosperidad de Nārāyaṇa. Purañjana, en este verso, afirma que la muchacha parece una mujer corriente. Sin embargo, como siente atracción por ella, le pide que se quede con él y, de esta forma, poder ser tan feliz como la diosa de la fortuna. De modo que se presenta como un gran rey muy influyente, para que ella le acepte por esposo y sea tan feliz como la diosa de la fortuna. El deseo de disfrutar del mundo material desde una posición subordinada a la Suprema Personalidad de Dios es divino. Los demonios, sin embargo, desean disfrutar del mundo material sin tener en cuenta a la Suprema Personalidad de Dios. Esa es la diferencia entre el demonio y el semidiós.
La mención de la palabra bhuvi-spṛk en este verso es muy significativa. Los semidioses, cuando vienen a este planeta, no tocan el suelo con los pies. Purañjana podía entender que la muchacha no pertenecía al mundo trascendental ni al sistema planetario superior, pues sus pies tocaban el suelo. En este mundo todas las mujeres desean que su esposo sea muy influyente, rico y poderoso; por esa razón, Purañjana se presentó como una de esas grandes personalidades, a fin de seducir a la muchacha. Sean hombres o mujeres, en el mundo material todos desean disfrutar. El hombre desea disfrutar de una mujer hermosa, y la mujer desea disfrutar de un hombre poderoso y opulento. Toda entidad viviente que tenga esos deseos materiales recibe el calificativo de puruṣa, disfrutador. Desde un punto de vista superficial, la mujer parece ser la disfrutada, y el hombre el disfrutador, pero internamente todos son disfrutadores. Por eso se dice que en el mundo material todo es māyā.