Texts 1-3
nārada uvāca
sa ekadā maheṣvāso
rathaṁ pañcāśvam āśu-gam
dvīṣaṁ dvi-cakram ekākṣaṁ
tri-veṇuṁ pañca-bandhuram
eka-raśmy eka-damanam
eka-nīḍaṁ dvi-kūbaram
pañca-praharaṇaṁ sapta-
varūthaṁ pañca-vikramam
haimopaskaram āruhya
svarṇa-varmākṣayeṣudhiḥ
ekādaśa-camū-nāthaḥ
pañca-prastham agād vanam
nāradaḥ uvāca—Nārada dijo; saḥ—el rey Purañjana; ekadā—una vez; mahā-iṣvāsaḥ—con su poderoso arco y con flechas; ratham—cuadriga; pañca-aśvam—cinco caballos; āśu-gam—avanzando con gran rapidez; dvi-īṣam—dos flechas; dvi-cakram—dos ruedas; eka—un; akṣam—eje; tri—tres; veṇum—banderas; pañca—cinco; bandhuram—obstáculos; eka—una; raśmi—cuerda, rienda; eka—un; damanam—auriga; eka—un; nīḍam—asiento; dvi—dos; kūbaram—postes en que se fijan los arneses; pañca—cinco; praharaṇam—armas; sapta—siete; varūtham—cubiertas o componentes del cuerpo; pañca—cinco; vikramam—procesos; haima—de oro; upaskaram—adornos; āruhya—montando en; svarṇa—de oro; varmā—armadura; akṣaya—inagotable; iṣu-dhiḥ—aljaba; ekādaśa—once; camū-nāthaḥ—comandantes; pañca—cinco; prastham—destinos, objetivos; agāt—fueron; vanam—al bosque.
El gran sabio Nārada continuó: Mi querido rey, un día el rey Purañjana tomó su arco, y vestido con una armadura de oro y una aljaba de ilimitadas flechas, subió en su cuadriga, tirada por cinco veloces caballos, y, acompañado por once comandantes, se dirigió al bosque de Pañca-prastha. En la cuadriga llevó también dos flechas explosivas. La cuadriga marchaba sobre dos ruedas y un eje giratorio. Tenía tres banderas, un par de riendas, un auriga, un asiento, dos postes que servían de sujeción a los arneses de las caballerías, cinco armas y siete cubiertas. Ante la cuadriga, que podía seguir cinco estilos de movimiento distintos, había cinco obstáculos. Todos los adornos de la cuadriga estaban hechos de oro.
SIGNIFICADO: Estos tres versos explican la forma en que el cuerpo material de la entidad viviente está bajo el control de las tres cualidades de la energía externa. El cuerpo en sí es la cuadriga, y la entidad viviente es el propietario del cuerpo, como se explica en el Bhagavad-gītā (2.13): dehino ’smin yathā dehe. El propietario del cuerpo recibe el nombre de dehī, y está situado en el cuerpo, concretamente en el corazón. La cuadriga de la entidad viviente la conduce un auriga. La cuadriga está hecha de tres guṇas, tres cualidades de la naturaleza material, como se confirma en el Bhagavad-gītā (18.61): yantrārūḍhāni māyayā. La palabra yantra significa «vehículo». El cuerpo nos lo da la naturaleza material, y el auriga del cuerpo es Paramātmā, la Superalma. La entidad viviente está sentada dentro de la cuadriga. Esa es la verdadera situación.
La entidad viviente siempre está sometida a la influencia de las tres cualidades: sattva (bondad), rajas (pasión), y tamas (ignorancia). Esto se confirma también en el Bhagavad-gītā (7.13): tribhir guṇa-mayair bhāvaiḥ: Las tres cualidades de la naturaleza material confunden a la entidad viviente. En el verso, esas tres cualidades se describen como tres banderas. Por la bandera se puede identificar al propietario de la cuadriga; de la misma manera, por la influencia de las tres cualidades de la naturaleza material, se puede saber fácilmente en qué dirección se mueve la cuadriga. En otras palabras, quien tiene ojos para ver puede entender la forma en que está siendo dirigido el cuerpo, bajo la influencia de un particular tipo de cualidad de la naturaleza material. En estos tres versos se describe la actividad de la entidad viviente para demostrar que el cuerpo queda bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia, a pesar de que la persona desee ser religiosa. Nārada Muni quería demostrar al rey Prācīnabarhiṣat que, a pesar de que se le consideraba muy religioso, el rey estaba bajo la influencia de tamo-guṇa, la cualidad de la ignorancia.
En el proceso de karma-kāṇḍīya, que es el proceso de las actividades fruitivas, la persona celebra diversos sacrificios que se prescriben en los Vedas; en todos esos sacrificios se estipula la matanza de animales, es decir, la experimentación con vidas de animales como medio para probar el poder de los mantras védicos. Sin lugar a dudas, la matanza de animales tiene lugar bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia. Una persona puede tener inclinaciones religiosas, pero el sacrificio de animales viene recomendado en los śāstras, y no solo en los Vedas, sino incluso en las Escrituras modernas de otros grupos religiosos. Esos sacrificios de animales se recomiendan en nombre de la religión, pero en realidad son para personas que están bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia. De esa forma, cuando matan animales, al menos pueden hacerlo en nombre de la religión. Sin embargo, un sistema religioso trascendental, como la religión vaiṣṇava, no da cabida a los sacrificios de animales. En el Bhagavad-gītā (18.66), Kṛṣṇa recomienda ese sistema religioso trascendental:
sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ
«Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas». Como el rey Prācīnabarhiṣat estaba dedicado a la celebración de sacrificios en que se mataban animales, Nārada Muni le indicó que esos sacrificios se realizaban bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia. En el mismo principio del Bhāgavatam (1.1.2), se dice: dharmaḥ projjhita-kaitavo ’tra. El Śrīmad-Bhāgavatam rechaza categóricamente los sistemas religiosos que incluyen engaño. En la religión que trata de la relación del ser individual con la Suprema Personalidad de Dios, bhagavad-dharma, no se recomiendan los sacrificios de animales. En la ejecución del saṅkīrtana-yajña —Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare— no se recomiendan los sacrificios de animales.
En estos tres versos, la ida del rey Purañjana al bosque para matar animales simboliza a la entidad viviente arrastrada por la modalidad de la ignorancia, ocupándose en diversas actividades de complacencia sensorial. El hecho de tener un cuerpo material es ya un indicativo de que la entidad viviente está bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, que la llevan hacia el disfrute de los recursos materiales. Cuando el cuerpo está bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia, la enfermedad es muy grave. Bajo la influencia de la modalidad de la pasión, la enfermedad manifiesta sus síntomas. Sin embargo, cuando el cuerpo está bajo la influencia de la modalidad de la bondad, la enfermedad materialista queda purificada. Las ceremonias rituales que se recomiendan en los sistemas religiosos están, sin lugar a dudas, en el plano de la bondad, pero en el mundo material, la contaminación de las otras cualidades (pasión e ignorancia) a veces se extiende incluso hasta la modalidad de la bondad. Debido a ello, a veces la influencia de la ignorancia puede arrastrar incluso a una persona que está bajo la influencia de la bondad.
Se explica que el rey Purañjana en cierta ocasión partió al bosque para matar animales. Esto significa que él, la entidad viviente, cayó bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia. El nombre del bosque en que cazaba el rey Purañjana era Pañca-prastha. La palabra pañca significa «cinco», y hace alusión a los objetos de los cinco sentidos. El cuerpo tiene cinco sentidos para la acción, que son los brazos, las piernas, la lengua, el recto y los genitales. El cuerpo disfruta de la vida material sacando el máximo partido de esos cinco sentidos. Los cinco caballos que tiran de la cuadriga representan los cinco órganos de los sentidos: ojos, oídos, nariz, piel y lengua. Es muy fácil que los órganos de los sentidos se sientan atraídos por los objetos de los sentidos. A ello se debe que en la descripción se indique que los caballos se mueven con gran rapidez. En la cuadriga, el rey Purañjana llevaba dos armas explosivas, que se pueden comparar con el ahaṅkāra, el ego falso. Ese ego falso se expresa en dos actitudes típicas: «Yo soy el cuerpo» (ahantā), y «Todo lo que está en el campo de mis relaciones físicas me pertenece a mí» (mamatā).
Las dos ruedas de la cuadriga pueden compararse con las dos posibilidades de movimiento, que son la vida pecaminosa y la vida religiosa. La cuadriga está adornada con tres banderas, que representan a las tres modalidades de la naturaleza material. Los cinco obstáculos, o carreteras accidentadas, representan a los cinco aires que circulan en el cuerpo, que son prāṇa, apāna, udāna, samāna y vyāna. El cuerpo en sí está cubierto por siete capas: piel, músculos, grasa, sangre, médula, huesos y semen. La entidad viviente está cubierta por tres elementos materiales sutiles y cinco elementos densos. Esos son en realidad los obstáculos puestos ante la entidad viviente en el sendero de la liberación del cautiverio material.
La palabra raśmi («cuerda») de este verso se refiere a la mente. También es significativa la palabra nīḍa, pues nīḍa es el nido en que descansan las aves. En este caso, nīḍa es el corazón, donde está situada la entidad viviente. La entidad viviente está en un solo lugar. Las causas de su cautiverio son dos: la lamentación y la ilusión. En la existencia material, la entidad viviente está siempre anhelando cosas que nunca podrá conseguir. De modo que está bajo la influencia de la ilusión. Como resultado de hallarse en esa situación ilusoria, siempre se está lamentando. La lamentación y la ilusión se describen en el verso como dvi-kūbara, los dos postes de sujeción.
La entidad viviente cumple diversos deseos mediante cinco procesos distintos, que se refieren a los cinco sentidos para la acción. Los ornamentos y la vestimenta de oro indican que la entidad viviente está bajo la influencia de la cualidad de rajo-guṇa, la pasión. La pasión arrastra especialmente a los que poseen mucho dinero o muchas riquezas. Bajo la influencia de la modalidad de la pasión, se desean muchas cosas para disfrutar en el mundo material. Los once comandantes representan a los diez sentidos y la mente. La mente está siempre haciendo planes con los diez comandantes para disfrutar del mundo material. El bosque de Pañca-prastha, adonde iba a cazar el rey, es el bosque de los cinco objetos de los sentidos: forma, sabor, sonido, olor y tacto. Así pues, en estos tres versos, Nārada Muni describe la situación del cuerpo material y el enjaulamiento de la entidad viviente en su interior.