Texts 29.1a-2a
sarveṣām eva jantūnāṁ
satataṁ deha-poṣaṇe
asti prajñā samāyattā
ko viśeṣas tadā nṛṇām
labdhvehānte manuṣyatvaṁ
hitvā dehādy-asad-graham
ātma-sṛtyā vihāyedaṁ
jīvātmā sa viśiṣyate
sarveṣām—todos; eva—ciertamente; jantūnām—de animales; satatam—siempre; deha-poṣaṇe—para mantener el cuerpo; asti—hay; prajñā—inteligencia; samāyattā—que reposa en; kaḥ—qué; viśeṣaḥ—diferencia; tadā—entonces; nṛṇām—de los seres humanos; labdhvā—habiendo alcanzado; iha—aquí; ante—al final de muchas vidas; manuṣyatvam—una vida humana; hitvā—después de abandonar; deha-ādi—en los cuerpos denso y sutil; asat-graham—concepto incorrecto de la vida; ātma—de conocimiento espiritual; sṛtyā—por el sendero; vihāya—haber abandonado; idam—este cuerpo; jīva-ātmā—el alma espiritual individual; saḥ—esa; viśiṣyate—destaca.
El deseo de mantener el cuerpo, la esposa y los hijos, también se observa en la sociedad animal. Los animales tienen inteligencia completa para resolver esos asuntos. ¿Qué diferencia hay entre un animal y un ser humano que solo haya avanzado en ese terreno? Debemos poner mucha atención para tratar de entender que llegar a la vida humana cuesta muchísimas vidas en el proceso evolutivo. Gracias a la iluminación en el conocimiento espiritual, el hombre erudito que abandone los conceptos corporales densos y sutiles de la vida llegará a ser un alma espiritual individual destacada, como lo es también el Señor Supremo.
SIGNIFICADO: Se dice que el hombre es un animal racional, pero de este verso se desprende la idea de que la racionalidad existe incluso en la vida animal. Si no fuesen racionales, ¿cómo podrían los animales mantener el cuerpo mediante arduos trabajos? No es cierto que los animales no sean racionales; lo que sí es cierto, es que su racionalidad no es muy madura. En todo caso, no podemos negar que son racionales. Lo esencial es que debemos utilizar la razón para comprender a la Suprema Personalidad de Dios, pues esa es la perfección de la vida humana.