Text 54
oṁ namo bhagavate vāsudevāya
mantreṇānena devasya
kuryād dravyamayīṁ budhaḥ
saparyāṁ vividhair dravyair
deśa-kāla-vibhāgavit
om—¡oh, mi Señor!; namaḥ—ofrezco mis respetuosas reverencias; bhagavate—a la Suprema Personalidad de Dios; vāsudevāya—al Señor Supremo, Vāsudeva; mantreṇa—con este himno o mantra; anena—este; devasya—del Señor; kuryāt—se debe hacer; dravyamayīm—físicas; budhaḥ—la persona erudita; saparyām—adora con el método prescrito; vividhaiḥ—con variedades; dravyaiḥ—utensilios; deśa—según el país; kāla—momento; vibhāga-vit—el que conoce las divisiones.
Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Este es el mantra de doce sílabas para adorar al Señor Kṛṣṇa. Se trata de instalar las formas físicas del Señor, y cantando este mantra, ofrecer flores, frutas y otras variedades de alimentos siguiendo al pie de la letra las reglas y regulaciones establecidas por las autoridades. Pero esto debe hacerse teniendo en cuenta el lugar, el momento, y las circunstancias favorables y desfavorables que puedan influir.
SIGNIFICADO: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya es el mantra conocido con el nombre de dvādaśākṣara- mantra. Es un mantra que cantan los devotos vaiṣṇavas, y comienza con el praṇava, oṁkāra. Existe un mandamiento que establece que los que no son brāhmaṇas no pueden pronunciar el mantra praṇava. Dhruva Mahārāja, que era kṣatriya de nacimiento, de inmediato reconoció ante Nārada Muni que, como kṣatriya, no podía aceptar su instrucción de renunciar y mantener el equilibrio mental, que son intereses propios de los brāhmaṇas. Sin embargo, Nārada autorizó a Dhruva, aunque no fuese brāhmaṇa, sino kṣatriya, a pronunciar el praṇava oṁkāra. Esto es muy significativo. En la India son muy notorias las fuertes protestas de los brāhmaṇas de casta contra el hecho de que personas de otras castas, personas que no hayan nacido en familias de brāhmaṇas, reciten ese mantra praṇava. Pero aquí se prueba tácitamente que todo aquel que reciba el mantra vaiṣṇava o adopte el sistema vaiṣṇava de adoración de la Deidad, está autorizado para cantar el mantra praṇava. En el Bhagavad-gītā, el Señor en persona admite que todos, incluso si pertenecen a especies inferiores, pueden elevarse a la posición más elevada y regresar al hogar, de vuelta a Dios, con tan solo adorar de la manera correcta.
Las reglas establecidas a que Nārada Muni alude en el verso son que el mantra se debe recibir de labios de un maestro espiritual genuino, escuchándolo a través del oído derecho. No basta con cantar o musitar el mantra; esto debe hacerse ante la Deidad, la forma física del Señor. Por supuesto, cuando el Señor aparece, esa forma deja de ser física. Por ejemplo, un hierro puesto al rojo vivo deja de ser hierro; es fuego. De la misma manera, cuando hacemos una forma del Señor —de madera, de piedra, de metal, de joyas, en pintura, o incluso en la mente—, se trata de una forma genuina del Señor, trascendental y espiritual. Tampoco basta con recibir el mantra de labios de un maestro espiritual genuino como Nārada Muni, o de un representante suyo en la sucesión discipular; además de ello, es necesario cantar el mantra. Y tampoco cantar es suficiente; además hay que ofrecer los alimentos de que se pueda disponer, según la parte del mundo en que nos encontremos, el momento, y las circunstancias.
El método de adoración —cantar el mantra y preparar las formas del Señor—, no es algo estereotipado, ni es exactamente el mismo en todas partes. En el verso se menciona específicamente que hay que considerar el momento, el lugar y los recursos con que se cuente. Nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está extendiéndose por todo el mundo, y estamos instalando Deidades en diversos centros. Nuestros amigos de la India, con un orgullo que se basa en conceptos inventados, nos critican señalando este o aquel fallo de procedimiento. Pero olvidan esta instrucción de Nārada Muni a Dhruva Mahārāja, uno de los más grandes vaiṣṇavas. Es necesario tener en cuenta el momento en particular, el país y lo que sea más conveniente. Cosas que en la India son muy oportunas, en los países occidentales pueden no serlo. Hay personas que en realidad no siguen la línea trazada por los ācāryas, o carecen de conocimiento acerca de cómo actuar en el papel de ācārya, y critican sin necesidad las actividades del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa fuera de la India. Lo cierto es que esos críticos son personalmente incapaces de hacer nada para difundir el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Es posible que si alguien sale y predica, asumiendo todos los riesgos y haciendo las debidas concesiones de acuerdo con el momento y el lugar, puedan notarse cambios en la manera de adorar, pero eso, según el śāstra, no constituye falta alguna. Śrīmad Vīrarāghava Ācārya, un ācārya perteneciente a la sucesión discipular de la Rāmānuja-sampradāya, en su comentario ha remarcado que los caṇḍālas, las almas condicionadas nacidas en familias inferiores a las śūdras, también pueden recibir iniciación conforme a las circunstancias. Si el fin es convertirles en vaiṣṇavas, los aspectos formales pueden modificarse ligeramente.
El deseo del Señor Caitanya Mahāprabhu es que Su nombre se escuche por todos los rincones de la Tierra. Esto solo puede conseguirse si predicamos por todas partes. El culto del Señor Caitanya es bhāgavata-dharma, y en especial recomienda kṛṣṇa-kathā, el culto del Bhagavad-gītā y del Śrīmad-Bhāgavatam. Él aconseja a todos los hindúes que consideren que esa actividad es para-upakāra, es decir, actividad benéfica, y que lleven el mensaje del Señor a otros habitantes del planeta. «Otros habitantes del planeta» no se refiere solamente a los brāhmaṇas y kṣatriyas hindúes, o, mejor dicho, a los brāhmaṇas de casta, que pretenden ser brāhmaṇas por haber nacido en familias de brāhmaṇas. El principio de que el culto vaiṣṇava está reservado para los hindúes o habitantes de la India, es una idea errónea. Debe hacerse propaganda para que todos puedan participar en este culto vaiṣṇava. Esa es la finalidad del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. No hay inconveniente alguno a la propagación del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa incluso entre personas nacidas en familias de caṇḍālas, mlecchas o yavanas. Incluso en la India, Sanātana Gosvāmī ha establecido esa norma en su libro Hari-bhakti-vilāsa, que es smṛti y es la guía védica autorizada para el comportamiento diario de los vaiṣṇavas. Sanātana Gosvāmī dice que de la misma manera que el bronce se puede convertir en oro mezclándolo con mercurio por medio de un proceso alquímico, mediante el método de dīkṣā, o iniciación espiritual genuina, cualquier persona puede volverse vaiṣṇava. Se debe recibir iniciación de un maestro espiritual genuino perteneciente a la sucesión discipular y que haya sido autorizado por el maestro espiritual que le precedió. Eso se denomina dīkṣā-vidhāna. En el Bhagavad-gītā, el Señor Kṛṣṇa afirma: vyapāśritya: Se debe aceptar un maestro espiritual. Con ese proceso, el mundo entero puede volverse consciente de Kṛṣṇa.