Text 68
nārada uvāca
mā mā śucaḥ sva-tanayaṁ
deva-guptaṁ viśāmpate
tat-prabhāvam avijñāya
prāvṛṅkte yad-yaśo jagat
nāradaḥ uvāca—el gran sabio Nārada dijo; mā—no; mā—no; śucaḥ—te aflijas; sva-tanayam—por tu propio hijo; deva-guptam—está debidamente protegido por el Señor; viśām-pate—¡oh, amo de la sociedad humana!; tat—su; prabhāvam—influencia; avijñāya—sin saber; prāvṛṅkte—extendida; yat—cuya; yaśaḥ—fama; jagat—por todo el mundo.
El gran sabio Nārada respondió: Mi querido rey, por favor, no te aflijas por tu hijo. La Suprema Personalidad de Dios lo protege debidamente. En realidad, aunque no hayan llegado todavía a tus oídos, su fama y su influencia se extienden ya por todo el mundo.
SIGNIFICADO: A veces, cuando escuchamos que grandes sabios y devotos van al bosque y se ocupan en meditación o servicio devocional, nos sorprende: ¿Cómo se puede vivir en el bosque sin contar con la protección de nadie? La respuesta, que proviene de una gran autoridad, Nārada Muni, es que la Suprema Personalidad de Dios brinda a esas personas la protección que necesitan. Śaraṇāgati, «entrega», significa aceptar o creer firmemente en la protección que la Suprema Personalidad de Dios brinda al alma que se Le entrega, cualquiera que sea el lugar donde viva; esa alma nunca estará sola o desamparada. El padre de Dhruva Mahārāja, lleno de afecto, pensó que, en la selva, su pequeño, de cinco años, correría graves peligros, pero Nārada Muni le reconfortó diciendo: «Tú no estás bien enterado de la influencia de tu hijo». El que se ocupa en servicio devocional, en cualquier parte del universo, nunca se encuentra desamparado.