Text 52
abhyarcitas tvayā nūnaṁ
bhagavān praṇatārti-hā
yad-anudhyāyino dhīrā
mṛtyuṁ jigyuḥ sudurjayam
abhyarcitaḥ—adorado; tvayā—por ti; nūnam—sin embargo; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; praṇata-ārti-hā—que puede liberar a Sus devotos del mayor de los peligros; yat—quien; anudhyāyinaḥ—meditando constantemente en; dhīrāḥ—grandes personas santas; mṛtyum—muerte; jigyuḥ—vencen; sudurjayam—que verdaderamente es muy difícil de superar.
Querida reina, creemos que has adorado a la Suprema Personalidad de Dios, que libera a Sus devotos del mayor de los peligros. Las personas que meditan constantemente en Él, salen del ciclo de nacimientos y muertes. Esa perfección es muy difícil de conseguir.
SIGNIFICADO: La reina Sunīti había perdido a su hijo, Dhruva Mahārāja, pero durante su ausencia la reina meditaba en la Suprema Personalidad de Dios, que puede rescatar a Su devoto de todos los peligros. Mientras estuvo ausente del hogar, Dhruva Mahārāja se sometió a rigurosas austeridades en el bosque de Madhuvana, pero también su madre, en casa, oraba al Señor Supremo por la seguridad y buena fortuna de su hijo. En otras palabras, ambos, madre e hijo, adoraron al Señor, y ambos pudieron obtener la suprema bendición del Señor Supremo. La palabra sudurjayam, adjetivo que indica que nadie puede vencer a la muerte, es muy significativa. Mientras Dhruva estaba lejos de casa, su padre pensó que había muerto. Sería lo normal; el hijo de un rey, con solo cinco años de edad, lejos de casa y en el bosque, lo más seguro es que hubiera muerto; pero por la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios, además de salvarse, fue bendecido con la más elevada perfección.