Text 32
jarāyujaṁ svedajam aṇḍajodbhidaṁ
carācaraṁ devarṣi-pitṛ-bhūtam aindriyam
dyauḥ khaṁ kṣitiḥ śaila-sarit-samudra-
dvīpa-graharkṣety abhidheya ekaḥ
jarāyu-jam—el que nace de un vientre; sveda-jam—el que nace del sudor; aṇḍa-ja—el que nace de un huevo; udbhidam—el que nace de la tierra; cara-acaram—el móvil y el estático; deva—los semidioses; ṛṣi—los grandes sabios; pitṛ—los habitantes de Pitṛloka; bhūtam—los elementos materiales: aire, fuego, agua y tierra; aindriyam—todos los sentidos; dyauḥ—los sistemas planetarios superiores; kham—el cielo; kṣitiḥ—los planetas terrenales; śaila—las colinas y montañas; sarit—los ríos; samudra—los océanos; dvīpa—las islas; graha-ṛkṣa—las estrellas y planetas; iti—así; abhidheyaḥ—de diversos nombres; ekaḥ—uno.
Mi querido Señor, Tú manifiestas Tus diversas energías en incontables formas: como entidades vivientes nacidas de un vientre materno, de un huevo o del sudor; como plantas y árboles brotados de la tierra; como las entidades vivientes en general, tanto móviles como fijas, incluyendo a los semidioses, los sabios eruditos y los pitās; como el espacio exterior y el sistema planetario superior, que contiene los planetas celestiales; como el planeta Tierra, con sus montañas, ríos, mares, océanos e islas. En verdad, todas las estrellas y planetas no son más que manifestaciones de Tus diversas energías, pero Tú, en realidad, eres uno sin igual. Por lo tanto, nada existe aparte de Ti. Toda esta manifestación cósmica no es falsa, sino una simple manifestación temporal de Tu energía inconcebible.
SIGNIFICADO: Este verso rechaza de plano la teoría de brahma satyaṁ jagan mithyā, que dice que el espíritu, Brahman, es real, mientras que el mundo material manifestado, con su gran diversidad, es falso. Nada es falso. Puede que haya cosas permanentes y cosas temporales, pero tanto las permanentes como las temporales son reales. Por ejemplo, cuando nos enfadamos, la ira dura un cierto tiempo, pero nadie puede decir que esa ira sea falsa. Simplemente es temporal. Todas nuestras experiencias diarias tienen ese mismo carácter temporal, pero son reales.
En este verso hay una clara descripción de las entidades vivientes en relación con las diversas fuentes de que proceden. Las hay que nacen de un vientre materno, mientras otras (como algunos insectos) vienen de la transpiración humana. Otras salen de los huevos, y las hay que brotan de la tierra. La entidad viviente nace en unas determinadas circunstancias conforme a sus actividades pasadas (karma). El cuerpo de la entidad viviente, aunque es material, nunca es falso. Si alguien dice que se puede asesinar impunemente debido a que el cuerpo material de las personas es falso, nadie aceptará el argumento. Recibimos nuestros cuerpos temporales conforme a nuestro karma, y debemos permanecer en el cuerpo que se nos ha dado para experimentar los sufrimientos y los placeres de la vida. Nuestros cuerpos no son falsos; simplemente son temporales. En otras palabras, la energía del Señor Supremo es permanente, del mismo modo que lo es el propio Señor; esa energía, sin embargo, a veces se manifiesta y a veces no. Esto se resume en el aforismo védico sarvaṁ khalv idaṁ brahma: «Todo es Brahman».