Text 19
indra uvāca
aho dānava siddho ’si
yasya te matir īdṛśī
bhaktaḥ sarvātmanātmānaṁ
suhṛdaṁ jagad-īśvaram
indraḥ uvāca—Indra dijo; aho—¡hola!; dānava—¡oh, demonio!; siddhaḥ asi—tú eres ahora perfecto; yasya—cuya; te—tuya; matiḥ—conciencia; īdṛśī—como esta; bhaktaḥ—un gran devoto; sarva-ātmanā—sin desviación; ātmānam—a la Superalma; suhṛdam—al mayor amigo; jagat-īśvaram—a la Suprema Personalidad de Dios.
Indra dijo: ¡Oh, gran demonio!, por tu discernimiento y por la constancia que muestras en el servicio devocional, a pesar de tu peligrosa situación, veo que eres un devoto perfecto de la Suprema Personalidad de Dios, que es la Superalma y el amigo de todos.
SIGNIFICADO: Como se afirma en el Bhagavad-gītā (6.22):
yaṁ labdhvā cāparaṁ lābhaṁ
manyate nādhikaṁ tataḥ
yasmin sthito na duḥkhena
guruṇāpi vicālyate
«Quien se establece en el estado de conciencia de Kṛṣṇa nunca se aparta de la verdad, y, tras ese logro, ya no aspira a nada más. Al situarse en esa posición, no se desconcierta ni siquiera en medio de las mayores dificultades». El devoto puro no se perturba ante ningún tipo de situación comprometida. Indra se sorprendió de ver que Vṛtrāsura permaneciese firme y libre de perturbación en el servicio devocional del Señor, ya que semejante mentalidad es imposible en un demonio. Sin embargo, por la gracia de la Suprema Personalidad de Dios, todo el mundo puede llegar a ser un devoto excelso (striyo vaiśyās tathā śūdrās te 'pi yānti parāṁ gatim). El devoto puro tiene asegurado el regreso al hogar, de vuelta a Dios.