Text 35
vṛtrasya dehān niṣkrāntam
ātma-jyotir arindama
paśyatāṁ sarva-devānām
alokaṁ samapadyata
vṛtrasya—de Vṛtrāsura; dehāt—del cuerpo; niṣkrāntam—salir; ātma-jyotiḥ—el alma espiritual, que era tan brillante como la refulgencia del Brahman; arim-dama—¡oh, rey Parīkṣit, subyugador de enemigos!; paśyatām—estaban mirando; sarva-devānām—mientras todos los semidioses; alokam—la morada suprema, llena de la refulgencia del Brahman; samapadyata—alcanzó.
¡Oh, rey Parīkṣit, subyugador de enemigos!, en ese momento, la chispa espiritual salió del cuerpo de Vṛtrāsura y fue de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Ante la mirada de los semidioses, entró en el mundo trascendental para gozar de la compañía del Señor Saṅkarṣaṇa.
SIGNIFICADO: Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura explica que, en realidad, fue Indra, y no Vṛtrāsura, quien fue matado. En su explicación dice que Vṛtrāsura, después de tragarse al rey Indra y a su elefante, pensó: «He matado a Indra, y por lo tanto, no hay necesidad de proseguir la lucha. Ahora voy a regresar al hogar, de vuelta a Dios». De ese modo, interrumpió todas sus actividades corporales y quedó situado en trance. Aprovechando el silencio del cuerpo en trance de Vṛtrāsura, Indra agujereó el abdomen del demonio, y así logró salir. Sin embargo, Vṛtrāsura se encontraba en estado de yoga-samādhi; su cuello estaba tan rígido que el rey Indra tardó 360 días en acabar de cortarlo con su rayo. En realidad, Indra cortó el cuerpo que Vṛtrāsura ya había abandonado; Vṛtrāsura no fue matado. En su estado original de conciencia, había ido de regreso al hogar, de vuelta a Dios, para gozar de la compañía del Señor Saṅkarṣaṇa. En este verso, la palabra alokam se refiere al mundo trascendental, Vaikuṇṭhaloka, donde Saṅkarṣaṇa reside eternamente.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo duodécimo del Canto Sexto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado «La gloriosa muerte de Vṛtrāsura».