Text 7
dehena dehino rājan
dehād deho ’bhijāyate
bījād eva yathā bījaṁ
dehy artha iva śāśvataḥ
dehena—por el cuerpo; dehinaḥ—del padre, que tiene un cuerpo material; rājan—¡oh, rey!; dehāt—del cuerpo (de la madre); dehaḥ—otro cuerpo; abhijāyate—nace; bījāt—de una semilla; eva—en verdad; yathā—tal y como; bījam—otra semilla; dehī—la persona que ha recibido un cuerpo material; arthaḥ—los elementos materiales; iva—como; śāśvataḥ—eterna.
¡Oh, rey!, de una semilla se genera otra semilla, y, del mismo modo, a partir de un cuerpo [el cuerpo del padre], y por intermedio de otro cuerpo [el cuerpo de la madre], se genera un tercer cuerpo [el cuerpo del hijo]. Del mismo modo que los elementos del cuerpo material son eternos, la entidad viviente que aparece por intermedio de esos elementos materiales también es eterna.
SIGNIFICADO: El Bhagavad-gītā nos enseña que existen dos energías: la energía superior y la energía inferior. La energía inferior comprende los cinco elementos materiales densos y los tres sutiles. A través de esos elementos, la entidad viviente, que representa a la energía superior, aparece en distintos tipos de cuerpos conforme a la acción o supervisión de la energía material. En realidad, tanto la energía material como la espiritual —materia y espíritu— existen eternamente como potencias de la Suprema Personalidad de Dios. La entidad de la que emanan esas potencias es la Persona Suprema. Puesto que la energía espiritual, el ser vivo, que es parte integral del Señor Supremo, desea disfrutar del mundo material, el Señor le ofrece la posibilidad de recibir distintos tipos de cuerpos materiales y de sufrir o disfrutar en diversas circunstancias materiales. De hecho, la energía espiritual, la entidad viviente que desea disfrutar de las cosas materiales, se mueve bajo el control del Señor Supremo. Los supuestos padres de la entidad viviente nada tienen que ver con ella. Como resultado del libre albedrío y del karma, el ser vivo recibe distintos cuerpos por intermedio de unos supuestos padres y madres.