Text 34
citraketur uvāca
ajita jitaḥ sama-matibhiḥ
sādhubhir bhavān jitātmabhir bhavatā
vijitās te ’pi ca bhajatām
akāmātmanāṁ ya ātmado ’ti-karuṇaḥ
citraketuḥ uvāca—el rey Citraketu dijo; ajita—¡oh, mi inconquistable Señor!; jitaḥ—conquistado; sama-matibhiḥ—por personas que han conquistado la mente; sādhubhiḥ—los devotos; bhavān—Tu Señoría; jita-ātmabhiḥ—que han controlado perfectamente los sentidos; bhavatā—por Ti; vijitāḥ—conquistados; te—ellos; api—también; ca—y; bhajatām—para aquellos que se ocupan siempre en Tu servicio; akāma-ātmanām—sin estar motivados por el beneficio material; yaḥ—quien; ātma-daḥ—que Te das a Ti mismo; ati-karuṇaḥ—muy misericordioso.
Citraketu dijo: ¡Oh, Señor inconquistable!, aunque nadie puede conquistarte, ciertamente eres conquistado por los devotos que controlan la mente y los sentidos. Ellos pueden tenerte bajo control porque Tú otorgas Tu misericordia sin causa a los devotos que no desean de Ti ningún beneficio material. En verdad, Tú Te entregas a Tus devotos, y, debido a ello, también Tú posees pleno control sobre ellos.
SIGNIFICADO: Tanto el Señor como los devotos conquistan. El Señor es conquistado por los devotos, y los devotos son conquistados por el Señor. Al conquistarse mutuamente, ambos obtienen de su relación una bienaventuranza trascendental. La perfección más elevada de esa conquista mutua es la que manifiestan Kṛṣṇa y las gopīs. Las gopīs conquistaron a Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa conquistó a las gopīs. Así, Kṛṣṇa conquistaba las mentes de las gopīs cada vez que tocaba Su flauta; al mismo tiempo, Kṛṣṇa no podía ser feliz si no veía a las gopīs. Otros trascendentalistas, como los jñānīs y los yogīs, no pueden conquistar a la Suprema Personalidad de Dios; solo los devotos puros pueden conquistarle.
A los devotos puros se les describe con la palabra sama-mati, que significa que no se desvían del servicio devocional en ninguna circunstancia. Los devotos no adoran al Señor Supremo solo cuando son felices; Le adoran incluso cuando sufren. Felicidad y aflicción no representan ningún obstáculo en el proceso del servicio devocional. Por eso el Śrīmad-Bhāgavatam afirma que el servicio devocional es ahaituky apratihatā, libre de motivaciones e ininterrumpido. Cuando el devoto ofrece servicio devocional al Señor sin motivaciones (anyābhilāṣitā-śūnyam), ninguna circunstancia material puede impedir su servicio (apratihatā). De ese modo, el devoto que ofrece servicio en todas las circunstancias de la vida puede conquistar a la Suprema Personalidad de Dios.
Una diferencia especial entre los devotos y los demás trascendentalistas—jñānīs y yogīs— es que los jñānīs y los yogīs tienen la pretensión artificial de llegar a ser uno con el Supremo, mientras que los devotos nunca aspiran a ese objetivo imposible. El devoto saben que su posición es ser sirviente eterno del Señor Supremo, y nunca llegar a ser uno con Él. Por esa razón, recibe el calificativo de sama-mati o jitātmā. Los devotos detestan la idea de unirse con el Supremo. Están libres de ese egoísta deseo de unidad; por el contrario, su deseo es liberarse de todo anhelo material. Por ello reciben el nombre de niṣkāma, «libres de deseo». La entidad viviente no puede existir sin deseos, pero los deseos que nunca se pueden satisfacer se denominan kāma, deseos de disfrute. Kāmais tais tair hṛta-jñānāḥ: Debido a los deseos de disfrute, los no devotos se ven privados de su inteligencia. Así pues, son incapaces de conquistar al Señor Supremo; los devotos, en cambio, liberados de esos deseos irrazonables, pueden conquistar al Señor. A su vez, esos devotos son conquistados por la Suprema Personalidad de Dios. Debido a que son puros, pues están libres de todo deseo material, se entregan por entero al Señor Supremo, y, así, son conquistados por el Señor. Esos devotos nunca aspiran a la liberación. Su único deseo es servir los pies de loto del Señor. Como Le sirven sin ningún deseo de remuneración, pueden conquistar la misericordia del Señor. El Señor es muy misericordioso por naturaleza, y, cuando ve que Su sirviente se esfuerza sin deseos de ganancia material, de modo natural ese devoto Lo conquista.
Los devotos siempre están ocupados en servicio:
sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayor
vacāṁsi vaikuṇṭha-guṇānuvarṇane
Todas las actividades de sus sentidos se dedican al servicio del Señor. Debido a esa devoción, el Señor Se entrega a Sí mismo a Sus devotos, como si ellos pudieran servirse de Él para satisfacer cualquier posible aspiración. Por supuesto, los devotos no tienen otro objetivo que servir. Cuando el devoto se entrega por entero y está libre de las aspiraciones de ganancia material, el Señor ciertamente le da toda clase de oportunidades de servicio. Esa es la posición del Señor cuando es conquistado por Sus devotos.