Text 36
paramāṇu-parama-mahatos
tvam ādy-antāntara-vartī traya-vidhuraḥ
ādāv ante ’pi ca sattvānāṁ
yad dhruvaṁ tad evāntarāle ’pi
parama-aṇu—de la partícula atómica; parama-mahatoḥ—y de lo más grande (el resultado de la combinación de átomos); tvam—Tú; ādi-anta—tanto al principio como al final; antara—y en la etapa intermedia; vartī—que existes; traya-vidhuraḥ—aunque no tienes principio, fase intermedia ni final; ādau—en el comienzo; ante—al final; api—también; ca—y; sattvānām—de todas las existencias; yat—lo cual; dhruvam—permanente; tat—eso; eva—sin duda; antarāle—en la etapa intermedia; api—también.
Tú existes en el comienzo, en la etapa intermedia y al final de todo cuanto existe, desde la más diminuta partícula de la manifestación cósmica, el átomo, hasta los gigantescos universos y la energía material total. Sin embargo, Tú eres eterno, pues no tienes principio, etapa intermedia ni final. Tu existencia puede percibirse en esas tres fases; así pues, eres permanente. Cuando la manifestación cósmica no existe, Tú existes como potencia original.
SIGNIFICADO: La Brahma-saṁhitā (5.33) dice:
advaitam acyutam anādim ananta-rūpam
ādyaṁ purāṇa-puruṣaṁ nava-yauvanaṁ ca
vedeṣu durlabham adurlabham ātma-bhaktau
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi
«Yo adoro a la Suprema Personalidad de Dios, Govinda [Kṛṣṇa], que es la persona original, absoluta, infalible y sin principio; aunque Se expande en ilimitadas formas, sigue siendo la misma persona original, la más antigua, cuyo aspecto muestra siempre el frescor de la juventud. Esas formas del Señor, eternas, bienaventuradas y omniscientes, no pueden comprenderlas ni siquiera los más eminentes eruditos de los Vedas, pero siempre Se manifiestan a los devotos puros e inmaculados». La Suprema Personalidad de Dios no tiene causa, pues Él es la causa de todo. El Señor está más allá del ámbito de la causa y el efecto. Él existe eternamente. En otro verso, la Brahma-saṁhitā dice: aṇḍāntara-stha-paramāṇu-cayāntara-stham: El Señor existe dentro del gigantesco universo y dentro del átomo. El descenso del Señor hasta el átomo y el universo indica que, en realidad, sin Su presencia, nada podría existir. Los científicos dicen que el agua es una combinación de hidrógeno y oxígeno, pero cuando ven la inmensidad del mar quedan desconcertados, preguntándose de dónde provienen esas enormes cantidades de hidrógeno y oxígeno. Creen que todo ha evolucionado a partir de los elementos químicos, pero ¿de dónde provienen esos elementos? Eso es lo que no saben. La Suprema Personalidad de Dios, como causa de todas las causas, puede producir inmensas cantidades de elementos químicos a fin de crear una situación propicia a la evolución química. En realidad, vemos que los elementos químicos los producen las entidades vivientes. El limonero, por ejemplo, produce muchas toneladas de ácido cítrico. No es que el ácido sea la causa del árbol, sino que el árbol es la causa del ácido. Del mismo modo, la Suprema Personalidad de Dios es la causa de todo. Él es la causa del árbol que produce el ácido cítrico (bijaṁ māṁ sarva-bhūtānām). Los devotos pueden ver que las potencias originales que dan lugar a la manifestación cósmica no están en los elementos químicos, sino en la Suprema Personalidad de Dios, pues Él es la causa de esos elementos.
Todo es causado o manifestado por la energía del Señor Supremo, y una vez que todo es aniquilado o disuelto, la potencia original entra de nuevo en el cuerpo del Señor Supremo. Por eso este verso dice: ādāv ante 'pi ca sattvānāṁ yad dhruvaṁ tad evāntarāle 'pi. La palabra dhruvam significa «permanente». La realidad permanente es Kṛṣṇa, no la manifestación cósmica. Como se afirma en el Bhagavad-gītā: aham ādir hi devānām y mattaḥ sarvaṁ pravartate: Kṛṣṇa es la causa original de todo. Arjuna reconoció al Señor Śrī Kṛṣṇa como la persona original (puruṣaṁ śāśvataṁ divyam-ādi devam ajaṁ vibhum); también la Brahma-saṁhitā se refiere a Él como la persona original (govindam ādi-puruṣam). Él es la causa de todas las causas, tanto al principio como al final y en la etapa intermedia.