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Text 16

gurūṇāṁ ca laghūnāṁ ca
gurūṇi ca laghūni ca
prāyaścittāni pāpānāṁ
jñātvoktāni maharṣibhiḥ


gurūṇām—graves; ca—y; laghūnām—ligeros; ca—también; gurūṇi—rigurosos; ca—y; laghūni—ligeros; ca—también;prāyaścittāni—los procesos de expiación; pāpānām—de actividades pecaminosas; jñātvā—conociendo perfectamente;uktāni—han sido prescritos; mahā-ṛṣibhiḥ—por grandes sabios.


Autoridades eruditas de gran sabiduría han verificado cuidadosamente que para expiar los pecados más graves hay que someterse a un proceso de expiación muy riguroso, mientras que para expiar pecados menos graves hay que someterse a una expiación menos severa. Sin embargo, el canto del mantra Hare Kṛṣṇa destruye todos los efectos de las actividades pecaminosas, tanto graves como menos graves.


SIGNIFICADO: Con respecto a esto, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura narra un episodio que tuvo lugar cuando Sāmba fue salvado del castigo de los Kauravas. Sāmba se enamoró de la hija de Duryodhana, y como, según la costumbre, un kṣatriya nunca da la mano de una hija suya a quien no demuestra su valor heróico, la raptó. Sāmba fue entonces apresado por los Kauravas. Más tarde, cuando el Señor Balarāma fue a rescatarle, hubo disputas acerca de su liberación. Como no se llegó a ningún acuerdo, Balarāma hizo una exhibición de poder y toda Hastināpura comenzó a temblar y, como sacudida por un gran terremoto, a punto estuvo de ser destruida. Entonces el asunto quedó zanjado, y Sāmba se casó con la hija de Duryodhana. El significado de esta historia es que debemos refugiarnos en Kṛṣṇa-Balarāma, la Suprema Personalidad de Dios, cuya capacidad protectora es tan grande que ninguna fuerza del mundo material puede igualársele. Por poderosas que sean las reacciones de nuestros pecados, tan pronto como cantemos los nombres de Hari, Kṛṣṇa, Balarāma o Nārāyaṇa, quedarán destruidas de inmediato.

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