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Text 23

nāmoccāraṇa-māhātmyaṁ
hareḥ paśyata putrakāḥ
ajāmilo ’pi yenaiva
mṛtyu-pāśād amucyata


nāma—del santo nombre; uccāraṇa—de haber pronunciado; māhātmyam—la excelsa posición; hareḥ—del Señor Supremo; paśyata—vean tan solo; putrakāḥ—¡oh, mis queridos sirvientes, que son como hijos míos!; ajāmilaḥ api—incluso Ajāmila (a quien se consideraba un gran pecador); yena—por el canto del cual; eva—ciertamente; mṛtyu-pāśāt—de las cuerdas de la muerte; amucyata—fue liberado.


Mis queridos sirvientes, que son como mis propios hijos, vean qué glorioso es el canto del santo nombre del Señor. El gran pecador Ajāmila lo cantó sin otra intención que llamar a su hijo, sin saber siquiera que estaba cantando el santo nombre del Señor. Sin embargo, al cantar el santo nombre del Señor, recordó a Nārāyaṇa, y de ese modo fue liberado inmediatamente de las cuerdas de la muerte.


SIGNIFICADO: No hay necesidad de investigar acerca de la importancia del canto del mantra Hare Kṛṣṇa. La historia de Ajāmila es prueba más que suficiente del poder del santo nombre del Señor y de la excelsa posición de la persona que canta ese santo nombre sin cesar. Por esa razón, Śrī Caitanya Mahāprabhu aconsejó:

harer nāma harer nāma
harer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā


En la era de Kali, nadie puede celebrar todas las ceremonias rituales necesarias para alcanzar la liberación; es algo sumamente difícil. Por eso todos los śāstras y todos los ācāryas han recomendado para esta era el canto del santo nombre.

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