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Text 43

vikalpaṁ juhuyāc cittau
tāṁ manasy artha-vibhrame
mano vaikārike hutvā
taṁ māyāyāṁ juhoty anu


vikalpam—distinción (entre bueno y malo, una persona y otra, una nación y otra, y todas las distinciones de este tipo); juhuyāt—se deben ofrecer como oblaciones; cittau—en el fuego de la conciencia; tām—esa conciencia; manasi—en la mente; artha-vibhrame—la raíz de toda aceptación y rechazo; manaḥ—esa mente; vaikārike—en el ego falso, la identificación del propio ser con la materia; hutvā—ofrecer como oblaciones; tam—ese ego falso; māyāyām—en la energía material total; juhoti—ofrece como oblaciones; anu—siguiendo este principio.


La especulación mental que distingue entre bueno y malo debe ser considerada una unidad; entonces debe imbuirse en la mente, que, a su vez, debe imbuirse en el ego falso. Acto seguido, el ego falso debe imbuirse en la energía material total. Este es el proceso para combatir la diferenciación falsa.


SIGNIFICADO: Este verso explica la manera en que el yogī puede liberarse del apego material. El karmī, debido a la atracción que siente por la materia, no puede verse a sí mismo. Los jñānīs pueden distinguir entre materia y espíritu, pero los yogīs, los mejores de los cuales son los bhakti-yogīs, desean regresar al hogar, de vuelta a Dios. Los karmīs sucumben por completo a la influencia de la ilusión; los jñānīs no están bajo la influencia de la ilusión, pero tampoco han llegado al conocimiento positivo; los yogīs, sin embargo, y especialmente los bhakti-yogīs, están perfectamente situados en el plano espiritual. Como se confirma en elBhagavad-gītā (14.26):

māṁ ca yo ’vyabhicāreṇa
bhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate


«Aquel que se dedica por completo al servicio devocional, firme en todas las circunstancias, trasciende de inmediato las modalidades de la naturaleza material y llega así al plano del Brahman». El devoto, por lo tanto, se encuentra en una posición segura. El devoto se eleva de inmediato al plano espiritual. Otros, como los jñānīshaṭha-yogīs, solo pueden irse elevando hacia el plano espiritual a medida que anulan sus distinciones materiales a nivel psicológico y suprimen el ego falso, que nos hace pensar: «Yo soy el cuerpo, un producto de la materia». Es necesario fundir el ego falso en la energía material total, y fundir la energía material total en la fuente suprema de energía. Ese es el proceso para liberarse de la atracción de la materia.

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