Text 40
tato ’rcāyāṁ hariṁ kecit
saṁśraddhāya saparyayā
upāsata upāstāpi
nārthadā puruṣa-dviṣām
tataḥ—a continuación; arcāyām—a la Deidad; harim—que es la Suprema Personalidad de Dios (la forma del Señor es idéntica al Señor); kecit—alguien; saṁśraddhāya—con gran fe; saparyayā—y con los artículos requeridos; upāsate—adora; upāstā api—aunque adorando a la Deidad (con fe y regularidad); na—no; artha-dā—beneficioso; puruṣa-dviṣām—para quienes envidian al Señor Viṣṇu y a Sus devotos.
A veces, un devoto neófito ofrece al Señor todos los artículos de adoración, y, de hecho, Le adora en la forma de la Deidad; sin embargo, debido a que siente envidia de los devotos autorizados del Señor Viṣṇu, el Señor nunca Se satisface con su servicio devocional.
SIGNIFICADO: La adoración de la Deidad se destina especialmente a la purificación de los devotos neófitos. Sin embargo, la verdad es que la prédica es más importante. En el Bhagavad-gītā (18.69), se dice: na ca tasmān manuṣyeṣu kaścin me priya-kṛttamaḥ: Quien desee ser reconocido por la Suprema Personalidad de Dios, debe predicar las glorias del Señor. Por lo tanto, el adorador de la Deidad debe ser sumamente respetuoso con los predicadores; de lo contrario, su adoración de la Deidad no le permitirá elevarse por encima del nivel más bajo de devoción.