Text 57
evaṁ yūyam apaśyantya
ātmāpāyam abuddhayaḥ
nainaṁ prāpsyatha śocantyaḥ
patiṁ varṣa-śatair api
evam—así; yūyam—ustedes; apaśyantyaḥ—no viendo; ātma-apāyam—propia muerte; abuddhayaḥ—¡oh, ignorantes!; na—no; enam—a él; prāpsyatha—obtendrán; śocantyaḥ—lamentándose por; patim—su esposo; varṣa-śataiḥ—durante cien años;api—incluso.
Yamarāja, disfrazado de niño pequeño, dijo entonces a las reinas: Son tan necias que se lamentan pero no ven su propia muerte. Por su escaso conocimiento, ignoran que no volverán a ver vivo a su esposo ni aunque se lamenten durante cientos de años; y, mientras tanto, sus vidas se terminarán.
SIGNIFICADO: En cierta ocasión, Yamarāja preguntó a Mahārāja Yudhiṣṭhira: «¿Qué es lo más sorprendente del mundo?». Mahārāja Yudhiṣṭhira le respondió (Mahābhārata, Vana-parva 313-316):
ahany ahani bhūtāni
gacchantīha yamālayam
śeṣāḥ sthāvaram icchanti
kim āścaryam ataḥ paraṁ
A cada instante mueren miles de entidades vivientes, pero el ser vivo, en su necedad, piensa que es inmortal, y no se prepara para la muerte. Eso es lo más sorprendente del mundo. Todos tenemos que morir, pues estamos sometidos por completo al control de la naturaleza material; aun así, pensamos que somos independientes, que podemos hacer todo lo que nos guste, que no moriremos nunca y viviremos para siempre, etc. Los así llamados científicos elaboran diversos planes para que las entidades vivientes del futuro vivan para siempre, pero mientras ellos se afanan en ese conocimiento científico, Yamarāja, llegado el momento, les aparta de sus supuestas investigaciones.