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Text 9

ko gṛheṣu pumān saktam
ātmānam ajitendriyaḥ
sneha-pāśair dṛḍhair baddham
utsaheta vimocitum


kaḥ—qué; gṛheṣu—a la vida familiar; pumān—hombre; saktam—muy apegado; ātmānam—a su propio ser, el alma; ajita-indriyaḥ—que no ha conquistado los sentidos; sneha-pāśaiḥ—por los lazos del afecto; dṛḍhaiḥ—muy fuertes; baddham—atado de pies y manos; utsaheta—puede; vimocitum—liberarse del cautiverio material.


¿Cómo va a poder liberarse una persona que está demasiado apegada a la vida familiar porque no puede controlar sus sentidos? Los lazos del afecto por su familia [esposa, hijos y demás familiares] le tienen fuertemente sujeto.


SIGNIFICADO: El primer argumento de Prahlāda Mahārāja fue: kaumāra ācaret prājño dharmān bhāgavatān iha: «La persona que sea lo bastante inteligente debe emplear el cuerpo de forma humana desde el mismo principio de la vida, o, en otras palabras, desde la más tierna infancia, para practicar las actividades del servicio devocional, abandonando todas las demás ocupaciones». Dharmān bhāgavatān se refiere al principio religioso que consiste en revivir nuestra relación con la Suprema Personalidad de Dios. Con ese propósito, Kṛṣṇa aconseja: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja: «Abandona todos los demás deberes y entrégate a Mí». Mientras estamos en el mundo material, inventamos muchos deberes basados en infinidad de -ismos, pero nuestro verdadero deber es liberarnos del ciclo del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Para ello, primero tenemos que liberarnos del cautiverio material, y en particular de la vida familiar. La vida de familia es en realidad una especie de licencia para que las personas con apegos materiales puedan disfrutar de la complacencia de los sentidos bajo principios regulativos. De no ser por eso, no hay necesidad de casarse.


Antes de entrar en la vida de familia, es necesario formarse como brahmacārī y vivir bajo el cuidado del guru en el guru-kula, su escuela. Brahmacārī guru-kule vasan dānto guror hitam (Bhāg. 7.12.1). Al brahmacārī se le enseña desde el mismo principio a sacrificarlo todo para beneficio del guru. Se le aconseja que vaya de puerta en puerta recogiendo limosnas, que trate a las mujeres como madres, y que todo lo que reúna lo entregue al guru para su beneficio. De ese modo, aprende a controlar los sentidos y a sacrificarlo todo por el guru. Cuando su formación está completa, se le permite casarse, si así lo desea. De ese modo, no será un gṛhastha corriente que lo único que ha aprendido es a satisfacer los sentidos. El gṛhastha que ha recibido una buena formación, con el paso del tiempo puede abandonar la vida familiar e ir al bosque a fin de recibir mayor iluminación en la vida espiritual y, finalmente, entrar en la orden de sannyāsa. Prahlāda Mahārāja explicó a su padre que, para liberarse de todas las ansiedades materiales, es necesario ir al bosque. Hivātma-pātaṁ gṛham andha-kūpam. La familia, que nos hunde cada vez más en las regiones más oscuras de la existencia material, debe abandonarse. Por consiguiente, el primer consejo es que abandonemos la vida familiar (gṛham andha-kūpam). Sin embargo, quien no domine sus sentidos, y, debido a ello, prefiera permanecer en el oscuro pozo de la vida familiar, se encontrará cada vez más enredado en los lazos del afecto por la esposa, los hijos, los sirvientes, la casa, el dinero, etc. Esa persona no podrá alcanzar la liberación del cautiverio material. Los niños, por lo tanto, deben formarse en los principios de la más estricta brahmacārya desde el mismo comienzo de la vida. Gracias a esa formación, en el futuro les será posible abandonar la vida familiar.


Para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, debemos estar completamente libres de apegos materiales. Bhakti-yoga, por lo tanto, significa vairāgya-vidyā, el arte que nos permite abandonar la atracción por el disfrute material.

vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam


«Por ofrecer servicio devocional a la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, inmediatamente se adquiere conocimiento sin causa y desapego del mundo» (Bhāg. 1.2.7). Aquel que se ocupa en servicio devocional desde el principio de la vida, alcanza fácilmente el plano de vairāgya-vidyā, o, también, asakti, el desapego, y se convierte en un jitendriya, el que tiene control sobre sus sentidos. Por esa razón, cuando alguien se ocupa perfectamente en servicio devocional, recibe el nombre de gosvāmī o svāmī, amo de los sentidos. Nadie debe aceptar la orden renunciada de la vida, sannyāsa, sin haber llegado a ser amo de los sentidos. La causa del cuerpo material es una fuerte inclinación por el disfrute de los sentidos. Sin conocimiento completo no podemos desapegarnos del disfrute material, pero, mientras no alcancemos esa posición, no estaremos preparados para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.

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