Text 26
sa tasya hastotkalitas tadāsuro
vikrīḍato yadvad ahir garutmataḥ
asādhv amanyanta hṛtaukaso ’marā
ghana-cchadā bhārata sarva-dhiṣṇya-pāḥ
saḥ—él (Hiraṇyakaśipu); tasya—de Él (del Señor Nṛsiṁhadeva); hasta—de las manos; utkalitaḥ—se soltó;tadā—en ese momento; asuraḥ—el rey de los demonios, Hiraṇyakaśipu; vikrīḍataḥ—jugando; yadvat—igual que; ahiḥ—una serpiente; garutmataḥ—de Garuḍa; asādhu—no muy bueno; amanyanta—consideraron;hṛta-okasaḥ—cuyas moradas habían sido tomadas por Hiraṇyakaśipu; amarāḥ—los semidioses; ghana-cchadāḥ—situados detrás de una cubierta de nubes; bhārata—¡oh, gran hijo de Bharata!; sarva-dhiṣṇya-pāḥ—los gobernantes de los planetas celestiales.
¡Oh, Yudhiṣṭhira!, ¡oh, gran hijo de Bharata!, cuando el Señor Nṛsiṁhadeva dio a Hiraṇyakaśipu una oportunidad de soltarse de Su mano, del mismo modo que Garuḍa a veces juega con una serpiente y deja que se escurra de su pico, a los semidioses, que habían perdido sus moradas y se escondían tras las nubes por temor al demonio, no les gustó nada; ciertamente, se sintieron perturbados.
SIGNIFICADO: El Señor Nṛsiṁhadeva Se disponía a matar al demonio Hiraṇyakaśipu, pero le dio la oportunidad de soltarse de Sus manos. A los semidioses, que sentían mucho miedo de Hiraṇyakaśipu, no les gustó mucho. Sabían que Hiraṇyakaśipu, si lograba escapar de las manos de Nṛsiṁhadeva y veía a los semidioses, que aguardaban complacidos ante la idea de su muerte, se cobraría en ellos una terrible venganza. Esto les daba mucho miedo.