Text 16
trasto ’smy ahaṁ kṛpaṇa-vatsala duḥsahogra-
saṁsāra-cakra-kadanād grasatāṁ praṇītaḥ
baddhaḥ sva-karmabhir uśattama te ’ṅghri-mūlaṁ
prīto ’pavarga-śaraṇaṁ hvayase kadā nu
trastaḥ—atemorizado; asmi—estoy; aham—yo; kṛpaṇa-vatsala—¡oh, mi Señor, que eres muy bondadoso con las almas caídas (que no tienen conocimiento espiritual)!; duḥsaha—intolerable; ugra—feroz; saṁsāra-cakra—del ciclo de nacimientos y muertes; kadanāt—de esa condición miserable; grasatām—entre otras almas condicionadas, que se devoran entre sí; praṇītaḥ—arrojado; baddhaḥ—atado; sva-karmabhiḥ—al proceso de las reacciones de mis propias actividades; uśattama—¡oh, grande, insuperable!; te—Tus; aṅghri-mūlam—a las plantas de Tus pies de loto; prītaḥ—complacido (conmigo); apavarga-śaraṇam—que son el refugio que trae la liberación de esta horrible condición de la existencia material; hvayase—Tú llamarás (a mí);kadā—cuándo; nu—en verdad.
¡Oh, Señor de poder insuperable, que tan bueno eres con las almas caídas!, como resultado de mis actividades, he tenido que vivir entre demonios, de modo que la condición de mi vida en el mundo material me llena de temor. ¿Cuándo llegará el momento en que me llames al refugio de Tus pies de loto, que son el objetivo supremo de la liberación de la vida condicionada?
SIGNIFICADO: Vivir en el mundo material es sin duda miserable, pero si, además, tenemos que vivir en compañía de asuras, hombres ateos, resulta intolerable. Podría plantearse la pregunta de por qué tiene que vivir en el mundo material la entidad viviente. De hecho, a veces los necios se burlan del Señor por haberles traído aquí. En realidad, la causa de la vida condicionada es el karma. Por eso Prahlāda Mahārāja, en representación de todas las demás almas condicionadas, admite que, si tuvo que vivir entre los asuras, fue a causa de los resultados de su propio karma. El Señor recibe el nombre de kṛpaṇa-vatsala, pues es sumamente bondadoso con las almas condicionadas. Por lo tanto, y como se afirma en el Bhagavad-gītā, el Señor adviene siempre que surgen desviaciones en la puesta en práctica de los principios religiosos (yadā yadā hi dharmasya glānir bhavati bhārata... tadātmānaṁ sṛjāmy aham). El Señor está sumamente deseoso de liberar a todas las almas condicionadas; por esa razón, nos da la instrucción de que vayamos de regreso al hogar, de vuelta a Dios (sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja). Prahlāda Mahārāja esperaba que el Señor, por Su bondad, le llamase de vuelta al refugio de Sus pies de loto. En otras palabras, todos debemos estar muy deseosos de regresar al hogar, de vuelta a Dios, y refugiarnos en los pies de loto del Señor y, de ese modo, ser adiestrados en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa.