Text 8
śrī-prahrāda uvāca
brahmādayaḥ sura-gaṇā munayo ’tha siddhāḥ
sattvaikatāna-gatayo vacasāṁ pravāhaiḥ
nārādhituṁ puru-guṇair adhunāpi pipruḥ
kiṁ toṣṭum arhati sa me harir ugra-jāteḥ
śrī-prahrādaḥ uvāca—Prahlāda Mahārāja oró; brahma-ādayaḥ—encabezados por el Señor Brahmā; sura-gaṇāḥ—los habitantes de los sistemas planetarios superiores; munayaḥ—las grandes personas santas; atha—además (como los cuatro Kumāras y otros); siddhāḥ—que han alcanzado la perfección o el conocimiento completo; sattva—a la existencia espiritual; ekatāna-gatayaḥ—que han emprendido sin distraerse con ninguna actividad material; vacasām—de descripciones o palabras; pravāhaiḥ—con torrentes; na—no;ārādhitum—para satisfacer; puru-guṇaiḥ—aunque perfectamente cualificados; adhunā—hasta ahora; api—incluso; pipruḥ—fueron capaces; kim—si; toṣṭum—sentirse complacido; arhati—puede; saḥ—Él (el Señor);me—mi; hariḥ—la Suprema Personalidad de Dios; ugra-jāteḥ—que he nacido en una familia de asuras.
Prahlāda Mahārāja oró: ¿Qué posibilidad tengo yo, que he nacido en una familia de asuras, de ofrecer oraciones adecuadas para satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios? Ni siquiera los torrentes de palabras maravillosas que hasta ahora han pronunciado las personas santas y los semidioses, encabezados por el Señor Brahmā, han logrado satisfacerle; todas esas personas gozan de grandes cualidades, por influencia de la modalidad de la bondad. ¿Qué se puede decir de mí? Yo no estoy cualificado en absoluto.
SIGNIFICADO: Un vaiṣṇava puede estar perfectamente cualificado para servir al Señor, pero, cuando ofrece oraciones al Señor, se considera lo más bajo. Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī, por ejemplo, el autor del Caitanya-caritāmṛta, dice:
jagāi mādhāi haite muñi se pāpiṣṭha
purīṣera kīṭa haite muñi se laghiṣṭha
(Cc. Ādi 5.205)
Con esas palabras explica que se considera falto de cualidades, más bajo que los gusanos del excremento y más pecaminoso que Jagāi y Mādhāi. En realidad, esa es la manera en que piensa de sí mismo el vaiṣṇavapuro. Del mismo modo, Prahlāda Mahārāja era un vaiṣṇava puro y excelso, pero se consideraba el menos cualificado para ofrecer oraciones al Señor Supremo. Mahājano yena gataḥ sa panthāḥ. Así es como debe pensar todo vaiṣṇava puro. No debe estar falsamente orgulloso de sus cualidades vaiṣṇavas. Por eso Śrī Caitanya Mahāprabhu nos da la siguiente instrucción:
tṛṇād api sunīcena
taror api sahiṣṇunā
amāninā mānadena
kīrtanīyaḥ sadā hariḥ
«Para cantar el santo nombre del Señor, se debe tener una mentalidad humilde y considerarse más bajo que una brizna de hierba de la calle. Se debe ser más tolerante que un árbol, sin el menor asomo de prestigio falso, y estar dispuesto a ofrecer pleno respeto a los demás. Con esa mentalidad, se puede cantar constantemente el santo nombre del Señor». Si no somos mansos y humildes, será muy difícil que progresemos en la vida espiritual.