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Text 15

īhate bhagavān īśo
na hi tatra visajjate
ātma-lābhena pūrṇārtho
nāvasīdanti ye ’nu tam


īhate—Se ocupa en actividades de creación, mantenimiento y aniquilación; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa; īśaḥ—el controlador supremo; na—no; hi—en verdad; tatra—en esas actividades; visajjate—Se enreda; ātma-lābhena—que Él mismo ha obtenido; pūrṇa-arthaḥ—que está satisfecho en Sí mismo; na—no; avasīdanti—se desaniman; ye—las personas que; anu—siguen; tam—a la Suprema Personalidad de Dios.


Por Su propio mérito, la Suprema Personalidad de Dios goza de plenitud en todo tipo de opulencias; aun así, Él actúa como creador, sustentador y aniquilador del mundo material. A pesar de que actúa de ese modo, nunca Se enreda. Por esa razón, los devotos que siguen Sus pasos tampoco se enredan nunca.


SIGNIFICADO: Como se afirma en el Bhagavad-gītā (3.9): yajñārthāt karmaṇo 'nyatra loko 'yaṁ karma-bandhanaḥ: «Toda actividad debe realizarse como un sacrificio en honor de Viṣṇu, pues, de lo contrario, nos encadena al mundo material». Si no actuamos con conciencia de Kṛṣṇa, nos enredaremos, como gusanos de seda presos en su propio capullo. La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, adviene para enseñarnos a actuar de manera que no nos enredemos en el mundo material. Nuestro verdadero problema es que estamos enredados en actividades materialistas y, debido a ese condicionamiento, tenemos que seguir luchando y sufrir el castigo de la existencia material cuerpo tras cuerpo, en distintas especies de vida. En el Bhagavad-gītā (15.7), el Señor dice:

mamaivāṁśo jīva-loke
jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati


«Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, sostienen una ardua lucha con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente». Las entidades vivientes son en realidad formas diminutas, partes integrales del Señor Supremo. El Señor Supremo goza de plenitud en todo, y, en su origen, las pequeñas partículas del Señor tienen Sus mismas cualidades; sin embargo, debido al carácter minúsculo de su existencia, se ven afectadas por la atracción material, y de ese modo se enredan. Por lo tanto, debemos seguir las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios; entonces, al igual que Kṛṣṇa, que nunca Se enreda en Sus actividades materiales de creación, mantenimiento y aniquilación, tampoco nosotros tendremos nada de qué lamentarnos (nāvasīdanti ye 'nu tam). El propio Kṛṣṇa nos da instrucciones en el Bhagavad-gītā; todo el que sigue esas instrucciones se libera.


Solo a quien es devoto le es posible seguir las instrucciones de Kṛṣṇa, pues la instrucción de Kṛṣṇa es que seamos Sus devotos. Man-manā bhava mad-bhakto mad-yājī māṁ namaskuru: «Piensa siempre en Mí, sé Mi devoto, adórame y ofréceme tu homenaje» (Bg. 18.65). Pensar siempre en Kṛṣṇa significa cantar elmantra Hare Kṛṣṇa; pero esto solo el devoto iniciado puede hacerlo. En cuanto nos hacemos devotos, nos ocupamos en la adoración de la Deidad (mad-yājī). El devoto ofrece constantemente reverencias al Señor y al maestro espiritual. Este principio es la vía reconocida para elevarse al plano del bhakti. En cuanto alcanzamos ese nivel, vamos entendiendo gradualmente a la Suprema Personalidad de Dios, y por el simple hecho de entender a Kṛṣṇa, nos liberamos del cautiverio material.

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